Llega el otoño y, con él, una buenísima oportunidad para dar rienda suelta a la imaginación y trabajar los contenidos curriculares de Infantil de forma distinta.

El otoño en la ropa
Tras salir al patio y contemplar juntos cómo han caído las hojas, recoged algunas que estén por el suelo y llevadlas a clase. Podéis acompañar la jornada con canciones y vídeos infantiles que hablen sobre el otoño (en la red encontraréis muchísimos). Hablad de qué colores tienen las hojas que habéis reunido y decidid cuáles son los más habituales durante la estación.

Es una técnica bastante sencilla y con resultados muy buenos. Si no estáis muy convencidos de realizarla sobre tela, también podéis hacer primero una prueba de estampación en papel; o incluso crear un gran mural para recordar a los demás cursos la llegada del otoño.
Durante el transcurso del juego, os recomiendo que hagáis fotografías del “making off”. Una actividad muy bonita es montar una exposición física en el aula (o a través de vídeo o presentación virtual) sobre cómo se hizo y aprovechar la ocasión para hablar de cómo trabajan los artistas.
La danza del otoño
Después de comentar con vuestros alumnos que durante el otoño es común que llueva y que haga mal tiempo; os sugiero crear varias caretas para trabajar estos conceptos. Necesitaréis dibujar y colorear algunas de gotas de agua, nubes de diferentes tipos y finalmente un gran Sol.
Seguidamente podéis realizar una sencilla danza con la melodía que Vivaldi dedicó a la estación. Situad, de este modo, a los niños con máscara de gota y nube sentados en círculo en el suelo; dentro de él estará el niño-Sol.

El baile finalizará al concluir la melodía y, entonces, nubes y gotas se abrazarán al Sol simbolizando así cómo el astro queda a menudo oculto tras el mal tiempo.
Podéis grabar en vídeo esta pequeña danza y compartirla con vuestros padres y el resto de miembros de la comunidad educativa a través del blog de vuestra clase o escuela.

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