Samsung y el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte (MECD) han presentado el estudio de investigación ‘El impacto de la tecnología en el aprendizaje’, basado en la aplicación del proyecto Samsung Smart School en 29 centros de Educación Primaria de toda España durante el curso 2015-2016.

De hecho, las tablets se presentan como elementos precursores del cambio educativo, haciéndose un hueco en la vida escolar de alumnos y profesores -los propios estudiantes afirman que las actividades son más dinámicas, interactivas e interdisciplinares-. Según este informe, estos dispositivos también favorecen la individualización del aprendizaje, lo que permite adaptarse al ritmo de cada alumno y facilitar la colaboración, además de atender a la diversidad y a las necesidades educativas especiales del aula.

El objetivo de la investigación ha sido analizar el impacto de la transformación digital de las aulas en el rendimiento académico de los alumnos. Para llevarla a cabo, se realizaron visitas in situ, entrevistas telefónicas y focus group a padres, alumnos y profesores del programa. Además, se analizó especialmente el desarrollo de las competencias digitales, comunicativas y lingüísticas, así como la capacidad para ‘aprender a aprender’.
Según Francisco Hortigüela, director de Relaciones Institucionales, Comunicación y Ciudadanía Corporativa de Samsung España, “aprender es divertido y la tecnología juega un papel muy importante para conseguirlo. El objetivo es lograr su eficiencia para la mejora de la enseñanza”.
Retos futuros
Aunque cada vez son más los centros que apuestan por implantar tecnología en el aula, el estudio recomienda seguir trabajando para suplir carencias formativas, problemas técnicos puntuales y falta de cobertura y conectividad a Internet. De igual modo, los sistemas de evaluación tradicional no son compatibles con nuevas metodologías como el aprendizaje activo o por proyectos.
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