Leer definitivamente es un hábito saludable y uno de los más inculcados, necesarios para ser una persona culta y para tener un gran desempeño laboral. Si bien es un hábito que parece estar perdiéndose en las nuevas generaciones, es fundamental para nuestro desarrollo mental. En nuestro país el 63% de las personas dice leer regularmente, equiparándose a la media europea. Conoce algunos de los beneficios comprobados de la lectura:
El centro, una iniciativa de Ikerbasque, Innobasque, la Universidad del País Vasco (UPV-EHU) y la Diputación de Gipuzkoa, ha descubierto las señales a través de nuevas técnicas de resonancia magnética. La lectura pone en funcionamiento 3 regiones del cerebro: el lóbulo frontal (regulación de las imágenes), el lóbulo occidental (asociación de los símbolos con significados) y el lóbulo temporal. Asimismo, la memoria visual está también implicada, realizando intrincadas operaciones de codificación y decodificación (ortografía, sintaxis, semántica, fonología).
Asimismo, el periodista científico argentino Federico Kukso afirma que al leer palabras como “huevo frito” o “chocolate”, en nuestro cerebro se activan zonas destinadas a la percepción de olores y sabores, alimentando nuestra imaginación y capacidad de concentrarse, no sólo limitándose a la asociación de símbolos.
Al leer te alejas del tiempo y el espacio presente, alimentando la capacidad de imaginar y realizar abstracciones, diferenciándonos de los animales que viven un presente continuo. El cerebro de un lector regular puede dar soluciones a problemas de manera más rápida, y enriquece su experiencia sensorial, dinamismo y lucidez.
DIFERENCIAS MORFOLÓGICAS ENTRE LECTORES Y NO LECTORES
Una investigación conducida por el director del Centro Vasco de Cognición, Cerebro y Lenguaje, Manuel Carreiras, explica que el cerebro posee diferencias físicas entre quienes leen con frecuencia y quienes no leen. Estas disparidades se traducen en comportamientos, proyecciones y direcciones diferentes en la vida.El centro, una iniciativa de Ikerbasque, Innobasque, la Universidad del País Vasco (UPV-EHU) y la Diputación de Gipuzkoa, ha descubierto las señales a través de nuevas técnicas de resonancia magnética. La lectura pone en funcionamiento 3 regiones del cerebro: el lóbulo frontal (regulación de las imágenes), el lóbulo occidental (asociación de los símbolos con significados) y el lóbulo temporal. Asimismo, la memoria visual está también implicada, realizando intrincadas operaciones de codificación y decodificación (ortografía, sintaxis, semántica, fonología).
LA ASOCIACIÓN ENTRE PALABRAS Y OLORES O SABORES
Científicos de la Universidad de Cambridge han descubierto que cuando percibimos palabras acompañadas estímulos alternos, como olores o sonidos, las asociaciones serán aún más complicadas que si simplemente se tratara de palabras.Asimismo, el periodista científico argentino Federico Kukso afirma que al leer palabras como “huevo frito” o “chocolate”, en nuestro cerebro se activan zonas destinadas a la percepción de olores y sabores, alimentando nuestra imaginación y capacidad de concentrarse, no sólo limitándose a la asociación de símbolos.
LA CAPACIDAD DE LA LECTURA PARA TRANSPORTAR
Kusko indica además que la lectura permite conectar de manera intergeneracional, conocer otras realidades, épocas y generando bloques históricos para continuar evolucionando.Al leer te alejas del tiempo y el espacio presente, alimentando la capacidad de imaginar y realizar abstracciones, diferenciándonos de los animales que viven un presente continuo. El cerebro de un lector regular puede dar soluciones a problemas de manera más rápida, y enriquece su experiencia sensorial, dinamismo y lucidez.
- Fuente: http://www.rionegro.com.ar/
- Autor: Universia España
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