miércoles, 27 de diciembre de 2023

Tamaraceite, qué pena de barrio

 

Por Esteban G. Santana Cabrera  

Estas fechas navideñas nos llenan de nostalgia de tiempos pasados que fueron duros por las penurias pero mejores en muchos sentidos. Me vienen al recuerdo imágenes de un Tamaraceite con una plaza repleta donde la gente se reunía, se encontraba. La gente estaba unida, los que tenían un “cachito” de tierra plantaban sus papas y los vecinos acudían prestos a la recogida por un saco de papas y un buen puchero. En la época en la que no existía el centro de salud, ibas a la casa de Don Aurelio o él venía a la nuestra por una simple gripe, que las había como las de ahora aunque no tuviera apellidos tipo A o COVID.

En Navidad el colegio Adán del Castillo era el centro cultural del barrio. Se hacían las grandes obras de teatro y musicales que serán siempre recordados por los que ya peinamos canas y de ahí salieron los belenes vivientes y las cabalgatas por las calles. Tengo un recuerdo maravilloso de 5º de Primaria cuando me gané el segundo premio de un concurso de postales y salir por aquel pasillo repleto de espectadores fue para mí un acontecimiento extraordinario, cual estrella de cine, que no he vuelto a vivir ni en grandes eventos, que en algunos he estado.

Yo escuchaba a los mayores decir que “cualquier tiempo pasado en Tamaraceite fue mejor” y desde mi juventud pensaba que eso no era posible, que lo que había en ese momento, el teléfono la televisión, la radio, el cine, etc.. no lo había antes y sinceramente no entendía por qué lo decían. Pero creo que ya lo estoy entendiendo, no se referían tanto a las cosas materiales sino al “alma” de las relaciones sociales de la época, de las buenas costumbres que se han ido perdiendo. Me sorprendió un señor en Madrid, en el Metro, cuando mi hijo se levantó para que él se sentara. El señor le dijo “gracias” pero no por cederle el sitio sino por no haber perdido las buenas costumbres de antaño. Nos comentaba que cogía el Metro de manera habitual y muy pocos jóvenes le cedían el asiento.

Y esto viene al hilo de lo que está ocurriendo en muchos barrios de nuestra ciudad y especialmente en Tamaraceite, donde ya la gente solo se preocupa de lo suyo y no hay interés en trabajar y mejorar por lo colectivo. Es muy fácil echarle la culpa a los políticos de turno, que la tienen en parte también, pero el estado de abandono en el que estamos sumidos en Tamaraceite, en buena parte es culpa nuestra, de los que aquí habitamos, y que conste que yo también entono el "mea culpa". Ya la gente no se mueve si no es por algo que le afecte a su propiedad o a su interés. Expresiones como “mientras no me toquen lo mío” las viví hace poco cuando nos movilizamos por salvar muchas viviendas de personas humildes en la Montañeta. Y mientras al vecino le iban a tirar la casa, ellos estaban sentados en su sillón como si con ellos no fuera. Y lo mismo ha pasado con las Charcas de San Lorenzo, un paraje natural catalogado como Paisaje Natural Protegido y que lo vemos deteriorarse poco a poco sin que los políticos de turno les importe un rábano. Eso sí, cuando nos movilizamos todo son palabras bonitas, promesas y muchas intenciones, pero al final nada de nada y terminan aburriendo hasta los propietarios de los estanques que los llenan por favorecer las reivindicaciones del pueblo.

En política está todo estudiado, dejar que la gente proteste, se revolucione, que saben ciertamente que tarde o temprano se cansará y como si nada hubiera pasado.

Y esto es lo que está ocurriendo en Tamaraceite en los últimos tiempos. Nos quejábamos porque no había una asociación fuerte y ahora que la hay parece que todo va igual que antes, y con esto no quiero decir que no se esté trabajando, ni quiero poner en entredicho su proyecto, sino lo que se ve, lo que el pueblo percibe es que cada vez vamos a peor.

No se ha hecho nada solo construir, construir y construir y hacer promesas por doquier, pero hacer no se ha hecho nada de nada. Tamaraceite se “cae a cachos”. Llevamos varios años que estamos soportando una gran presión poblacional y los servicios siguen siendo los mismos que hace treinta años. Con el peligro que tiene que somos más a repartirnos las citas en el centro de salud, las plazas del polideportivo o de la piscina, los parques infantiles, las salidas para ir a trabajar, etc, etc. No hay ni una triste cancha donde los niños puedan ir a jugar por las tardes a baloncesto o a fútbol sala en toda el área Tamaraceite-Lomo Los Frailes-La Galera- Piletas-La Suerte. Y no nos vengan con milongas de que vamos a tener unos campos de fútbol nuevos, cuando no lo van a poder disfrutar los niños del barrio porque será para los clubes federados de la ciudad. Bueno, eso si se inauguran alguna vez ya que el césped que colocaron a toda pastilla, ahora ha salido una normativa europea que hay que sustituirlo, algo que advertí hace unos meses en este mismo medio y ni caso, lo importante era la foto.

La sociedad de hoy no es la misma que la de hace unos años, e igual, aunque duro, tengamos lo que nos merecemos, pero aviso a navegantes, si no nos implicamos, si no nos movemos, van a pasar por encima de nuestra historia y de nuestro barrio cual apisonadora y del Tamaraceite de siempre no quedará ni el recuerdo.


jueves, 14 de diciembre de 2023

Nuestro Huerto Escolar Ecológico se pone en marcha


Desde el Proyecto Huerto Escolar Ecológico seguimos trabajando. La pasada semana  el alumnado de Segundo de Primaria tuvo su primera toma de contacto en el huerto. Allí trasplantamos un pimentero y perejil.

Se les explicó qué era el compost, que no es nada más y nada menos que el resultado de un proceso biológico cuyo fin es estabilizar e higienizar los residuos orgánicos, es un magnífico fertilizante. Aunque sus usos y beneficios van más allá: reactiva suelos contaminados o degradados, ayuda a reciclar residuos sólidos urbanos, controla las plagas… Ellos mismos lo extrajeron de los sacos que nos trajo el Ayuntamiento y lo mezclaron con la tierra para pasar ambas plantas a macetas más grandes, y el proceso terminó regando.
Se mostraron entusiasmados y participativos. Una gran experiencia que están viviendo en nuestro rtecién estrenado huerto escolar ecológico.

lunes, 11 de diciembre de 2023

Taller de alfarería en el cole

 


Recuperando en la escuela oficios tradicionales como la alfarería. Hoy en el cole trajimos al Maestro Juan Alfonso Fernández, toda una vida dedicada a "crear" con las manos y un torno. Vivencias que no olvidarán los niños del CEIP Los Giles. Muchas gracias a Alfonso Aránega por llenar el cole de emociones y creatividad a raudales y a su padre el Maestro Juan. La Escuela no es solo transmisora de contenidos sino de vivencias y lo que se vive no se olvida. Más info e imágenes en nuestro blog del cole: https://www3.gobiernodecanarias.org/medusa/edublog/ceiplosgiles/


viernes, 8 de diciembre de 2023

El lunes inauguramos nuestra nueva biblioteca

inauguración de Esteban Gabriel Santana Cabrera

Este próximo lunes inauguramos nuestra humilde biblioteca del cole, dentro del proyecto Espacios Creativos que estamos implementando en el centro. 

sábado, 2 de diciembre de 2023

LOS EQUIPOS DIRECTIVOS ESTAMOS QUEMADOS

Por Esteban G. Santana Cabrera  

La semana pasada el consejero de Educación, Formación Profesional, Actividad Física y Deportes del Gobierno de Canarias, Poli Suárez,  ha lanzado una encuesta al profesorado de Canarias, con el fin de, según sus propias palabras, potenciar el bienestar personal y profesional de todos y cada uno de nosotros, los docentes, así como poner en valor y reforzar la encomiable labor que realizamos en las aulas de  nuestros respectivos centros. 

Una acción que aplaudimos los docentes ya que, alguien, por una vez, le pregunta al profesorado  cuáles son nuestras preocupaciones. Yo llevo treinta años en el cuerpo y no lo había escuchado nunca. Otra cosa es que se haga algo, o se pueda hacer alguna cosa que contente a este gremio que lleva “abandonado a la buena de Dios” desde hace mucho tiempo.  

La profesión docente se ha ido “infravalorando” día a día.  Semanas atrás se puso en entredicho, en diversos medios de comunicación, la actuación de una directora y de su claustro, sin derecho a defensa alguna y poniendo en tela de juicio la actuación del mismo ante un tema de un menor. Es muy fácil hablar desde fuera y sin contrastar los datos, pero sobre todo atacando de falta de profesionalidad a un equipo directivo que está trabajando desde hace años por la inclusión y por el cambio educativo. 

Si a esto le unimos la falta de autoridad del personal docente en las aulas y los graves problemas de convivencia que soportan muchos centros educativos, hacen que desarrollar la labor docente sea cada vez más complicada. 

Justo después de la pandemia, un grupo de docentes y sanitarios realizamos un estudio titulado Actitudes y conocimientos sobre la pandemia por la COVID-19 en docentes de Canarias y sacamos la conclusión que a medida que la pandemia evolucionó, el sector educativo buscó alternativas para garantizar la educación de sus estudiantes. Durante el confinamiento, en el curso 2019/20, el profesorado inicialmente impartió clases a través de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) desde sus hogares de forma improvisada y posteriormente de forma presencial utilizando las medidas higiénico-sanitarias y equipos de protección individual (EPI) necesarios. De manera similar, cuando los docentes regresaron a la enseñanza presencial, se estimó que casi la mitad de ellos sufrían estrés y ansiedad, y aproximadamente un tercio, depresión. El personal docente, según este estudio, es clave para fomentar las medidas de promoción de la salud, por lo que se recomienda desde el mismo incluir profesionales sanitarios en el ambiente educativo para proporcionar a los docentes formación en materia preventiva, colaborando así en la adecuación de las medidas de higiene y protección en los centros, además de ayudar a gestionar los posibles contagios.

Parece que se nos ha olvidado que hemos vivido una pandemia recientemente y los medios que se han implementado son casi los mismos, cuando, por ejemplo, la figura de la enfermera escolar debería ser una prioridad no solo para actuar en caso de algún problema de salud sino para actuar de manera preventiva y no dejar que el problema se convierta en un suceso. A nadie le preocupa, y me refiero a la administración, el estado de ánimo que tiene el profesorado, nuestra salud mental, tan importante para el desarrollo de cualquier labor y más la docente. Ya que las orientadoras se pasan el día realizando informes para los cada vez más, alumnos con necesidades educativas.

Y vuelvo a la encuesta que les comentaba al principio de esta reflexión, donde se nos pregunta “a pecho descubierto” lo que pensamos del sistema educativo. Mi respuesta fue clara, no solo como miembro de un equipo directivo sino como docente de a pie. El principal problema que tiene este sistema es la burocracia que en muchas ocasiones colapsa al sistema, cuando las cosas podrían ser de otra manera con la planificación e inversión adecuada. La prioridad debe de ser  relevar de la gestión económica a los docentes, eso es lo que nos genera más burocracia y más quebraderos de cabeza. Este curso concretamente, entre el comedor y la ayuda de libros, se nos han ido parte de las horas que tenemos para el desarrollo de la gestión directiva. Si a esto le unimos los Planes de Prevención de Riesgos Laborales, que tenemos que realizar sin ser técnicos especializados o el Plan de Autoprotección. Cada vez más y más burocracia, lo que lleva consigo a que los aspectos relacionados con la pedagogía, la innovación, los proyectos,… se queden en un segundo plano. 

Y esto no lo digo yo solamente, sino que fue casi por unanimidad en la recién creada Nueva Plataforma de Directores y Directora de Gran Canaria. Con la figura de un administrador se solucionaría y nosotros, los directores y directoras,  podríamos dedicarnos a la gestión pedagógica. Porque ya lo dice la normativa, la función de un director/a  es "Ejercer la dirección pedagógica, promover la innovación educativa e impulsar planes para la consecución de los objetivos del proyecto educativo del centro", "Favorecer la convivencia en el centro, garantizar la mediación en la resolución de los conflictos e imponer las medidas disciplinarias que correspondan a los alumnos", "Impulsar las evaluaciones internas del centro y colaborar en las evaluaciones externas y en la evaluación del profesorado" entre otros, y no solo la gestión económica del centro.

Espero que esto sea el comienzo de un cambio que esperamos como agua de mayo desde hace muchísimos años.