viernes, 27 de julio de 2018

El verano un buen momento para recuperar juegos de antes



Aprovechando el Mundial de Fútbol celebrado este 2018 en Rusia, en casa nos propusimos recuperar uno de los juegos tradicionales del siglo pasado, el fútbol chapa, un juego tradicional y con el que los chiquillos jugábamos cuando los medios no eran los de la actualidad. Esta experiencia de aprendizaje informal realizada con mis hijos, en verano, ha supuesto un descubrimiento para ellos y que se dieran cuenta de la importancia del trabajo colaborativo, desde la espontaneidad, para sacar un proyecto a la luz y para conocer los juegos de antes.

Durante este ratito han sido capaces de trabajar en equipo, se han dado cuenta de la necesidad de respetar normas y reglas y han dado rienda suelta a la creatividad. La elección de este  juego popular ha contribuido a que valoren su acervo cultural y  respeten las tradiciones. Con unas chapas y unas pajitas para realizar las porterías nos montamos la final del Campeonato del Mundo casero de Fútbol Chapa Tamaraceite 2018. 

El proceso tuvo varias fases:

1. Investigación sobre el juego. Teniendo en cuenta que no son muy futboleros, lo primero fue informarnos de los equipos que participaban en el Mundial de Rusia, ver qué jugadores componían sus alineaciones y los campos. Luego se informaron sobre algunas reglas del fútbol que no conocían como en caso de empate el resultado se decide a penalties. Dentro de esta primera fase de investigación la segunda parte del trabajo fue buscar información sobre los juegos tradicionales y si había alguno relacionado con el fútbol. Cuando encontraron el "fútbol chapa" seleccionaron aquella que les valía para realizar la experiencia, que contenía reglas y materiales.

2. Recopilación del material necesario. Formamos cada uno un equipo con 11 chapas decorando su interior con los colores y el número del jugador de la selección escogida. El campo se trazó en el suelo, las porterías con pajitas y como pelota se utilizó un papel. Escribimos las reglas de juego en un folio y nos pusimos de acuerdo con adaptar algunas de ellas.

3. Asignamos roles (equipos, comentarista). Cada uno tenía su rol, desde la comentarista hasta los jugadores.

4. Competición.

Un aprendizaje totalmente competencial, ya que se combinaron conocimientos, capacidades, o destrezas, y actitudes adecuadas al contexto como era el Mundial de Rusia en este caso. Como podemos ver en el vídeo, se ha trabajado la competencia en comunicación lingüística, utilizando la lengua en la narración del partido, expresando ideas de manera oral a través de la improvisación. Así mismo trabajamos la Competencia digital, utilizando las TIC para obtener, analizar, producir e intercambiar información y sobre todo para realizar la visibilización del aprendizaje en formato vídeo.

También trabajamos la competencia aprender a aprender ya que esta actividad hizo posible que mis hijos fomenten su capacidad para iniciar el aprendizaje, organizar sus tareas y tiempo, y trabajar de manera individual o colaborativa para conseguir un objetivo, el partido final.
Esta sencilla tarea ha posibilitado la competencia del Sentido de la iniciativa y espíritu emprendedor ya que han potenciado las habilidades necesarias para convertir las ideas en hechos, como la creatividad o las capacidades para asumir riesgos y planificar y gestionar proyectos.

Una bonita experiencia, significativa y a buen seguro que no se les olvidará nunca.


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