Por Esteban G. Santana Cabrera |
Celebramos este 13 de
febrero el Día Mundial de la Radio, y la ONU
nos pide que reconozcamos el poder de la radio para promover el diálogo,
la tolerancia y la paz. En un día como el de hoy me vienen a la cabeza recuerdos
junto a la radio que me gustaría compartir con ustedes. Este aparato de poco más de cien años ha
estado presente en mi vida desde muy pequeño. Recuerdo con emoción estar detrás
de una radio de lámparas, dándole a la rueda escuchando canciones de Antonio
Cortez, los partidos en Carrusel Deportivo, La Ronda o en tiempos del
Franquismo, de noche, escuchar junto a mi familia al fundador del Movimiento por la
Autodeterminación e Independencia del Archipiélago Canario (MPAIAC), Antonio
Cubillo, desde su exilio en el norte de África. La radio unía a la familia en
torno a ella, después del almuerzo, y con el olor del café recién tostado la
escucha de las radionovelas "Simplemente María" o
"Lucecita" llegaba a paralizar la vida del hogar por unos instantes,
lo que duraba el capítulo que, siempre, nos dejaba el "ascuas" para
no perdérsela al día siguiente.
La radio en mi
adolescencia siguió como fiel compañera, pasó de estar en la tienda de mi madre
a ser una pieza indispensable en mi cuarto. Recuerdo aún con agrado acostarme
con Antonio José Alés o el Doctor
Jiménez del Oso, los deportivos de José María García o el Larguero con José
Ramón de la Morena. Los domingos con Tablero Deportivo y cada tarde con Radio
Gaceta de los Deportes con Juan Manuel Gozalo a nivel nacional, porque la
actualidad de la UD Las Palmas siempre tenía que ser con la voz de nuestro
querido Segundo Almeida.
Ya en la juventud y los
primeros enamoramientos, la música de Radio Minuto y junto a ella Los 40
Principales escuchaba todas esas canciones que me recordaba a la chica que me
gustaba. Pero la radio también me ayudó a "perfeccionar" mi inglés
con Radio ECCA o a hacerme algún curso como el de manipulador de alimentos. La
radio me hizo vivir en directo, una tarde del 23 de febrero, mientras estudiaba
en mi cuarto, como la recién llegada democracia se tambaleaba con el asalto al
Congreso de los Diputados.
Hoy en día, la radio
continúa ocupando un lugar primordial en mi vida, desde por la mañana con Radio
Nacional y la Cadena Ser con Evaristo Quintana, a mediodía las noticias de RNE
y el deportivo de Ser Canarias, por la tarde el olor a millo de Roscas y
Cotufas de Kiko Barroso y culmino con 24 Horas con Antonio Delgado y el
Partidazo de Cope con Juanma Castaño y su equipo.
Aunque tengo que
reconocerles que entre programa y programa, entre momento y momento Radio
Tamaraceite ocupa un lugar muy especial en mi vida con la radio, primero porque
la vi nacer a la vera de la parroquia y la he visto crecer hasta llegar a ser
un gran proyecto diocesano, pero lo más importante, porque me ayudó a ver que
la radio era algo más escucha, descubrí que la radio podía ser un recurso
educativo fabuloso.
El podcast ha llegado
para que la radio no muera, para que la radio esté siempre al alcance de
cualquiera y podamos escuchar nuestros programas favoritos a cualquier hora del
día. Y la radio y los podcast han llegado a la escuela para quedarse. Porque
cuando el alumnado está en la escuela sin una razón o motivación, sin saber por
qué tiene que aprender unos contenidos y no otros, ni cómo los va a recibir,
podemos encontrarnos a alumnado desmotivado, alumnado receptor pero no
protagonista. Y la radio hace protagonistas, verdaderos protagonistas. En esta
línea estamos trabajando muchos docentes de Canarias, en distintos ámbitos y
proyectos con la radio escolar como herramienta educativa. La radio está
entrando de una manera muy fuerte en las aulas, convirtiéndose no solo en un
modo para visibilizar el aprendizaje, sino para introducir nuevas metodologías
y técnicas de trabajo que cambien la manera de “dar clases” en nuestros centros
educativos.
La radio tiene una
magia especial, no solo es escucha, la radio es imaginación, la radio es
ilusión, pero también es educación. La radio, les aseguro, tiene el futuro
garantizado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario