Por Esteban G. Santana Cabrera |
Pasando página, me consta que las vacaciones nos han servido a muchos docentes para resetear, formarnos sin presiones y de planificar QUÉ vamos a hacer el curso próximo, CÓMO lo vamos a realizar y CON QUÉ herramientas lo conseguiremos. Mi mes de julio me ha servido para ponerme al día en nuevas herramientas y tratar de aprender como cada año algo nuevo con tal de que el proceso de enseñanza aprendizaje sea más exitoso. Pero estas vacaciones también he tenido que aprender a desconectar, descansar y retomar mis hobbies como escribir, leer, pasear, estar en familia e ir a la playa. Momentos muy importantes si queremos comenzar el nuevo curso totalmente renovados emocionalmente y con ilusión y fuerza para afrontar los meses venideros. Y el descanso es tan importante o más que la formación, ya que si comenzamos el curso "cansados" terminaremos agotados, pero si empezamos descansados y emocionalmente dispuestos, estaremos más preparados para afrontar los grandes retos que se nos presentan en el día a día.
A nivel metodológico en este tiempo de pandemia hemos tenido que "cambiar el chip". A pesar de que en muchas ocasiones nos hemos sentido marginados digitales, a base de esfuerzo y de imaginación hemos ido adaptándonos tecnológicamente también a esta nueva realidad.
En general nos resulta difícil salir de nuestra zona de confort, ya que en muchas ocasiones anteponemos el "esto me ha funcionado toda la vida" al "podrías mejorar si...". No cambiamos por miedo a lo desconocido, al no saber, al temor a no estar a la altura. Por ello, enfrentarnos a nuevos retos nos va a ayudar a salir de nuestra zona de confort, a adquirir nuevas habilidades, conocer nuevas metodologías y herramientas. Ahora estamos en un momento de cambio y es el momento de aprovechar estas circunstancias para darle un giro a nuestra manera de impartir las clases, que sean más competenciales y con un aprendizaje más significativo, que es lo que realmente le queda al alumnado para toda la vida. Cuando demos ese paso vamos a ir viendo que poco a poco iremos logrando pequeños objetivos que antes parecían utopías, vamos a tener la ilusión de ir cada día a nuestra aula con motivación porque tendremos a un alumnado más motivado por aprender, con menos situaciones de conflicto, con más ganas de realizar nuevos proyectos y esperando nuevas propuestas.
Estimado compañero mucho me queda por aprender, es más, cada día aprendo algo nuevo. Anímate a salir de tu zona de confort y verás pronto, antes de lo que imaginas, como todo a tu alrededor girará en positivo. Suerte en este nuevo curso y espero que las vacaciones te hayan servido para cargar baterías y afrontar este bonito reto que nos queda por delante.
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