martes, 21 de enero de 2025

"El Día Internacional de la Educación y su impacto en Canarias"

Por Esteban G. Santana Cabrera  

El 24 de enero fue proclamado por las Naciones Unidas como el Día Internacional de la Educación, en conmemoración del papel que ésta juega en la paz y el desarrollo de los países. Según la ONU, sin una educación de calidad, inclusiva y equitativa para todos y de oportunidades de aprendizaje a lo largo de toda la vida, los países no lograrán alcanzar la igualdad de género ni romper el ciclo de pobreza que deja rezagados a millones de niños, jóvenes y adultos.

Bajo el lema “IA y educación: preservar la autonomía en un mundo automatizado”, el Día Internacional de la Educación 2025 nos lleva a reflexionar sobre el poder de la educación para dotar a las personas y a las comunidades de los medios necesarios para navegar, comprender e influir en los avances tecnológicos.

A medida que los sistemas informáticos y de IA se vuelven más sofisticados, los límites entre el humano y la máquina se difuminan, lo que plantea cuestiones éticas sobre cómo preservar, redefinir y educar a la humanidad en una era de aceleración tecnológica. La tecnología en las aulas es muy importante, pero no imprescindible. Tenemos que hacer caer en la cuenta a nuestro alumnado que hay vida más allá de la tecnología. Por ello es importante saber discernir los momentos en que la tecnología entra en nuestras aulas y en el uso que le estamos dando. Porque, la educación tradicional sigue siendo insustituible en aspectos como el desarrollo del pensamiento crítico, la interacción social y la transmisión de valores culturales. Mientras que la IA puede analizar datos y ser un recurso interesante tanto para el alumnado como para el profesorado, los docentes aportan humanidad, empatía y un enfoque integral.

En Canarias, esta convivencia podría ser una oportunidad para superar barreras históricas. La IA puede ayudar a reducir las desigualdades educativas, ofreciendo recursos de calidad en los centros más alejados y con menos recursos o en las islas mal llamadas periféricas. Pero esto no debe interpretarse como un reemplazo del profesor, sino como un complemento que potencia la labor docente y enriquece la experiencia educativa.

El esfuerzo debe ser compartido. Los docentes son el corazón de este cambio, pero necesitan el apoyo de las familias, de las instituciones y de toda la comunidad. Solo juntos podemos superar las barreras y transformar la educación en el motor que impulsa a Canarias.

El Día Internacional de la Educación es una ocasión para detenernos y pensar en el papel esencial que tiene la enseñanza en el progreso de nuestra sociedad. En un mundo donde el conocimiento es la llave que abre las puertas de la igualdad y el desarrollo, Canarias no puede quedar atrás.

En nuestras islas, la educación todavía se enfrenta a problemas importantes. Las tasas de abandono escolar temprano y las desigualdades en el acceso a recursos educativos nos recuerdan que aún queda mucho por hacer. La insularidad, aunque nos da identidad y riqueza cultural, también crea barreras que dificultan que todos nuestros jóvenes, dependiendo de la isla o del barrio, tengan acceso a una Educación en igualdad de oportunidades.

Pero no todo son obstáculos. Canarias tiene una riqueza que va más allá de sus paisajes: su diversidad cultural y el talento de su gente. Cada aula de nuestras islas es un reflejo de esa diversidad, un espacio lleno de posibilidades. Cuando invertimos en Educación, estamos invirtiendo en nuestro futuro, en romper los ciclos de pobreza y en construir una sociedad justa e igualitaria. La administración debe cambiar el chip y no mirar solo el número de alumnos para dotar de unos servicios y/o personal u otros. Porque muchos niños no eligen vivir en una zona alejada o en un barrio sin equipamientos, sino que hay una necesidad detrás de ello, y esto no debe llevar a que esos alumnos no dispongan de los mismos servicios que otros en la urbe.

En este día tan especial, recordamos algo esencial: el verdadero tesoro de Canarias no está solo en nuestro clima o en los paisajes, sino en su gente. Cada niño que accede a una educación de calidad es una semilla de esperanza para una Canarias de progreso. Pero no nos olvidemos que en la actualidad, 250 millones de niños y jóvenes en el mundo están sin escolarizar y 763 millones de adultos son analfabetos. Porque solo con Educación podemos transformar el mundo en un lugar de oportunidades.

No hay comentarios:

Publicar un comentario