En una sociedad
en donde lo que prima es la cultura de lo bello, lo atlético, la imagen,… llega
Jesús Vidal un joven actor con solo un
10% de visión pero que a pesar de ello tiene una carrera de filología, un
máster en periodismo y es un apasionado del arte dramático, que no había hecho
cine hasta ahora y ha sido llegar y besar el santo, Goya al mejor actor
revelación. Cuantos de nosotros hemos estado trabajando toda la vida, y el
mayor reconocimiento que hemos recibido es una palmadita en la espalda.
Las palabras de
Jesús Vidal han hecho historia y si no a medir contaremos. Un discurso propio
de un examen de PAU, para analizarlo de principio al final. Si quieren que les diga la verdad, entre más
veces lo escucho, más me emociono. Detrás de sus palabras hay mucha tela, como
decimos por aquí, tela marinera. Este discurso fue una lección para aquellos
que piensan que las personas con discapacidad no tienen lugar en esta sociedad.
Fue un canto a unos valores que no están muy de moda, como la familia, el
trabajo, el amor a los demás, la solidaridad, el esfuerzo,... Pero dijo tres
palabras muy importantes: inclusión, diversidad y visibilidad.
Inclusión:
Ya la
Conferencia General de la Organización de las Naciones Unidas para la
Educación, la Ciencia y la Cultura, en su undécima reunión, celebrada en Paris,
del 14 de noviembre al 15 de diciembre de 1960,
concretamente en el ARTÍCULO 6
decía que "Los Estados participantes en la presente Convención se
comprometen a prestar, en la aplicación de la misma, la mayor atención a las
recomendaciones que pueda aprobar la Conferencia General de la Organización de
las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura con el fin de
definir las medidas que hayan de adoptarse para luchar contra los diversos
aspectos de las discriminaciones en la enseñanza y conseguir la igualdad de
posibilidades y de trato en esa esfera". Casi sesenta años después seguimos
luchando por esta meta, desterrando lo que hasta ahora se estaba haciendo, y se
continúa haciendo en muchos casos a nivel educativo, la integración. El
Objetivo de Desarrollo Sostenible 4 en lo relativo a la Educación y el Marco de
Acción Educación 2030 hacen alusión a la inclusión y la igualdad como cimientos
de una enseñanza de calidad.
Diversidad:
Todo ser humano
tiene el derecho a ser diferente, y todo lo que vaya en contra de la diversidad
es discriminación o desigualdad. La
Escuela tiene que jugar un papel primordial en este sentido, evitando que el
ser humano por el mero hecho de ser diferente por razón de raza, lengua,
capacidad o sexo, pueda ser objeto no solo de vejación y maltrato, que sería el
mayor de los delitos, sino "normalizando" lo "distinto"
desde nuestras aulas, que son la cuna de nuestra sociedad.
Visibilidad:
Tenemos que
visibilizar más en el cine, en el teatro, en la radio, en la televisión, en la
prensa,... a tantas y tantas personas como Jesús Vidal, que a pesar de las
múltiples trabas que le pone la sociedad nada más salir de su casa, porque
nuestras calles no están hechas para las personas "discapacitadas",
nuestras escuelas todavía tienen aulas de PT que "sacan" literalmente
del aula al alumnado y los “aisla”, los hace trabajar solos y alejados de sus
iguales. Y qué decir de los medios de comunicación, cuando son tantos y tantos
conciudadanos nuestros con discapacidad los que realizan labores tan o más
importantes de las que pueda estar realizando cualquier otro ciudadano sin
discapacidad.
Muchas veces no
vende lo que hacen por nuestra sociedad los discapacitados, los
"diferentes", los faltos de libertad, los enfermos,.... Menos mal que
ha venido Jesús Vidal y ha dado una lección magistral en cinco minutos de lo
que debe hacer nuestra sociedad y no hace. Creo que sus palabras van a traer
cola y termino como comenzó él su discurso: "Señoras y señores de la
Academia, ustedes han distinguido como mejor actor revelación a un actor con
discapacidad. No saben lo que han hecho".
Por Esteban G. Santana Cabrera
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