Por Esteban G. Santana Cabrera |
La “Educación del S XXI” estaba tocando a la puerta de nuestras aulas, pero la pandemia lo que ha hecho es acelerar este proceso de cambio, obligando al profesorado y a los centros educativos a ponerse las pilas para poder llegar al alumnado de la manera más accesible, competencial y significativa. El European Schoolnet (EUN),en el año 2012, junto con algunas empresas tecnológicas, creó el Aula del Futuro (Future Classroom Lab), un espacio de enseñanza y aprendizaje equipado tecnológicamente, que pretende ayudar a visualizar la forma en que nuestras aulas actuales puedan reorganizarse para promover cambios en los estilos de enseñanza y aprendizaje y hacer que el alumno sea el centro del proceso de enseñanza y aprendizaje y fomentar la interacción entre el alumnado y con el profesorado, la experimentación, el intercambio de ideas, la investigación, etc. Muchos centros en nuestro país están apostando por este cambio organizativo, donde el cambio metodológico y las tecnologías de la información y la comunicación juegan un papel importantísimo.
Y si hay una herramienta que tendría que estar en esta Aula del Futuro, es el videojuego. Por varios motivos, primero porque es una herramienta que el alumnado tiene en casa y está utilizando habitualmente, ofrece multitud de posibilidades de interactuar entre ellos, les permite experimentar nuevas experiencias de aprendizaje, investigar y hasta llegar a diseñar sus propios juegos, desarrollando estrategias y mejorando su organización, conociendo el lenguaje informático, ayudándoles a resolver problemas, realizando pequeños trabajos en equipo para alcanzar los objetivos propuestos.
En mi Aula del Futuro imaginaria, en la que estoy pensando debe tener un hueco uno de estos videojuegos, como es el Minecraft que tiene una edición educativa, el Minecraft Education, que puede utilizarse para aprender otras lenguas, pero también tiene utilidad para aprender historia del arte o geografía, sobre arquitectura y urbanismo, diseñar los carriles bicis de la ciudad o del barrio, trabajar la historia de Canarias recreando escenas o eventos históricos con los elementos que nos ofrece el juego. Pero además permite que el alumnado se plantee retos que tendrán que ir consiguiendo como si fuera la vida real misma, que viene a cumplir el objetivo de la educación competencial.
El cambio educativo es una obligación. El Artículo 30 de la Ley Canaria de Educación dice con respecto a la Educación Primaria que se debe favorecer la renovación de los aspectos metodológicos de las lenguas extranjeras, introduciendo métodos activos y participativos, competenciales e inclusivos que desarrollen la competencia comunicativa. Sobre la enseñanza Secundaria señala que la evaluación final debe decidirse teniendo en cuenta el progreso global de cada alumno o alumna en relación con la adquisición de las competencias básicas y la consecución de los objetivos de la etapa. Y es la propia Ley la que confirma que todas las enseñanzas se deben orientar al desarrollo de las capacidades y la consecución de las competencias. Esa misma ley que reconoce que el fin último de la educación es contribuir al desarrollo humano satisfaciendo los distintos tipos de necesidades educativas en las mejores condiciones institucionales posibles.
En este tiempo de alerta sanitaria tenemos la gran oportunidad para fomentar la colaboración del alumnado, el trabajo en equipo y la sociabilidad, respetando las normas de seguridad, ya que tenemos herramientas que trabajan estos factores que se pueden desarrollar con algunos videojuegos, especialmente con el Minecraft, fomentando que el alumnado sea más colaborativo entre ellos y entiendan el significado de que juntos tendrán más ideas y podrán crear un mundo virtual y real mucho mejor. El Minecraft permite el aprendizaje entre iguales, fomenta la creatividad y da la posibilidad de compartir con sus compañeros lo aprendido. Pero también nos permite trabajar por materias como matemáticas, aprendiendo conceptos como longitud, superficie o el volumen, creación de figuras geométricas, etc. Nos ofrece la oportunidad de conocer ciudades griegas o romanas, o edificios emblemáticos, aprendiendo historia de un modo ameno y divertido. Espacios de opinión y de debate se hacen necesarios a la hora de utilizar una herramienta como esta, pudiendo intercalar las explicaciones con el videojuego, despertando el interés por lo que tratamos de enseñar, desde cualquier materia. Mejorar la lectura, la expresión oral y escrita ya que permite incluir mensajes, expresarse y comunicarse con otros jugadores en el entorno virtual a través del chat, e incluso escribir libros o guías en el propio juego con el objeto Libro y pluma.
En definitiva, en mi Aula del Futuro quiero cambios pedagógicos graduales y permanentes y pero sobre todo que sea un espacio que facilite la introducción o ampliación de un uso innovador, competencial y significativo de las TIC en mi centro educativo. Por ello el videojuego tendrá un espacio seguro.
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