3.0. Hace unos días, publicábamos la primera parte de la entrada ‘Mindfulness, una técnica para mejorar la atención en educación’, gracias a las aportaciones de Pilar Fernández, directora del Colegio Juan de Lanuza(Zaragoza) y Esperanza Cid, orientadora de Educación Infantil y Primaria de este centro escolar. En esta primera entrada, ambas profesionales nos explicaban en qué consiste esta técnica milenaria de la meditación que ahora se está aplicando al ámbito educativo, para qué sirve y cómo empezar a practicarla. Ahora, Pilar y Esperanza nos hablan de los beneficios que aporta a los alumnos y los profesores.
Beneficios para los estudiantes
La técnica del Mindfulness ayuda al alumnado a aprender de forma más efectiva y a conseguir entender el poder de la atención. Además, les es útil para aprender a romper el hábito de juzgar y reaccionar de forma impulsiva, reducir el estrés, interiorizar el valor que aportar estar sentados y callados. Su estabilidad emocional se incrementa, es posible prevenir situaciones de violencia tanto dentro como fuera del aula, desarrollar una habilidad básica para tener una vida equilibrada y fortalecer la relación alumno-profesor.
Existen sencillos ejercicios para escolares de Primaria y Secundaria inspirados en Eline Snel y el proyecto educativo aragonés ‘Aulas Felices’ del Equipo SATI como el de ‘La ranita’ (cuatro minutos) con el que aprenden a estar tranquilos y atentos como una rana. Se puede utilizar a la hora de iniciar una nueva actividad en casa o en el colegio. Una rana salta, se para y se sienta muy quieta mientras observa lo que pasa. Y esto es lo que les diremos:
“Imagínate que eres una ranita y que te sientas en el suelo. Tu cuerpo está quieto, tu cabeza está quita, tu boca está quieta, tus ojos están quietos, tus brazos están quietos, tus manos están quietas. Si se mueve algo de tu cuerpo no pasa nada, solamente nos damos cuenta de que se mueve. También te tienes que dar cuenta que si respiras, de que se mueve tu cuerpo, se mueve tu tripa. Pon las manitas en tu tripa y respira e inspira. Ahora también puedes fijarte en la respiración en tu nariz. Pon tus manitas en tu nariz. Y respiramos e inspiramos. Es importante imitar a una rana para que estés atento y tranquilo como ella”.
Luego está ‘El test del espagueti (6 minutos)’. Es idóneo cuando surge algún momento de tensión entre los chavales y les diremos:
«Ahora somos espaguetis y elegimos un lugar para tumbarnos. Los espaguetis son largos y estirados. Ahora cerramos los ojos muy fuerte, como si mirásemos al sol. Cerramos también la boca, la mandíbula, los labios y mejillas, con mucha fuerza. Ahora que están tensas… las relajamos. Ahora, hacemos lo mismo con las manos, ténsalas mucho, cierra los puños como si fueras un guerrero y cuando estén tensos, ténsos… suéltalos;y ahora con los piernas y los pies, ténsalos muy, muy fuerte, relájalos. Ahora tu tripa y tu vientre, ténsalos. Ahora suelta y tu vientre bajará. Sube tu vientre… suéltalo. Ya está todo cuerpo relajado».
Beneficios para los profesores
Los docentes entramos en las aulas con un millón de cosas en nuestra cabeza que impiden centrarnos en el aquí y ahora, por lo que corremos el riesgo de transmitirlo a los alumnos. Debemos ser conscientes de cómo nos sentimos antes de entrar en clase y, de forma voluntaria, centrar nuestra atención en lo que va a acontecer cuando traspasemos la puerta del aula, para lograr una relación más cercana con los chavales. En este sentido, la técnica del Mindfulness permite afrontar situaciones conflictivas con alumnos, compañeros e incluso padres con mayor facilidad, ya que somos capaces de abordarlas sin juzgar, sólo percibiendo las cosas tal y como son. También se incrementa la energía y la creatividad porque el profesor se encuentra en un estado de tranquilidad, puede priorizar objetivos, aumentar la empatía, reducir discrepancias y conflictos que ayudan al docente a sentirse más valorado…
Con esta técnica también se incrementa la capacidad de liderazgo porque el estado de tranquilidad, conduce a alcanzar un mayor grado de conocimiento de nosotros mismos y de los demás para ayudarles a crecer y sacar lo mejor de sí mismos. El mindfulness, favorece competencias emocionales como el autocontrol, entusiasmo, autoconciencia, perseverancia y motivación, y proporciona una mejor visión y perspectiva ante los acontecimientos. Al alcanzar un mayor grado de bienestar, felicidad y confianza, el nivel de satisfacción personal se dispara, convirtiéndose así en referente y modelo positivo para los alumnos.
Si conseguimos desarrollar la atención plena en el ámbito familiar, la crianza y evolución de los hijos será óptima. Ser padres con conciencia plena es, sin duda, una de las características paternas más útiles para ayudar a los niñ@s a convertirse en adultos estables, equilibrados y felices. Por otro lado, vivir el momento presente en nuestra cotidianidad, es decir a la hora de levantarnos, en las comidas, haciendo los deberes… hará que nuestro día a día y el de nuestros hijos sea más fluido. El estado de conciencia plena se puede practicar en cualquier lugar y momento, haciendo una pausa, y entrando en nuestra propia experiencia interna (sintiendo la respiración u otras sensaciones físicas). Cuando prestamos atención a lo que hacemos y, sobre todo, a los aspectos cotidianos, somos más felices y saludables. La práctica del Mindfulness también es útil para evitar el estrés que los padres pueden tener como consecuencia del trabajo y las responsabilidades en casa, y propiciar el equilibrio entre roles de padres e hijos.
De igual forma, el desarrollo de la autoconciencia social en el hogar ayuda a identificar y comprender los pensamientos y sentimientos de los demás, logrando así que los hijos desarrollen la empatía y comprendan el punto de vista del resto de los miembros de la unidad familiar. Saber cómo estamos en casa y cómo nos sentimos es fundamental. La respiración y relajación nos ayudan a tomar esa conciencia de cómo y dónde estamos.
La aceptación y el amor incondicional a los hijos es la mejor forma de practicar el mindfulness y la atención plena ya que la bondad y la autocompasión son aspectos claves en estas prácticas. Por otro lado, los adres debemos ser un modelo siempre positivo para la familia, ya que nuestras actitudes serán imitadas por ellos. Si los adultos no juzgamos, es más difícil que nuestros hijos lo hagan. Lo que nos cuentan nuestros hijos pueden ser preciosos regalos del día a día; y prestarles atención sin comparar ni evaluar, nos conectará con el aquí y el ahora. Debemos ser curiosos y prestar atención a lo que los niños nos dicen y hacen, escuchando profundamente, sin interrupciones, siendo conscientes del momento presente, de nuestros pensamientos y sentimientos, abriendo esa posibilidad a nuestros hijos. Por último, hay que reforzar el vínculo entre padres e hijos de forma que exista un mayor respeto a las normas establecidas en la familia.
Fuente: http://www.educaciontrespuntocero.com/experiencias/mindfulness-una-tecnica-para-mejorar-la-atencion-en-educacion-ii-parte/25042.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario