Hoy en nuestro programa Onda
Educativa estuvo Víctor Perdomo, maestro especialista en Música. El es jefe de estudios del CEIP Esteban Navarro Sánchez de Telde en
Gran canaria. Con él vamos a hablar de liderazgo y de educación. En
el ámbito educativo, ser un buen líder es básico para asumir el
cambio pedagógico de los centros que apuestan por la Educación del
S XXI. En las directivas de los centros educativos cada vez es menos
necesario buenos gestores económicos ya que hay aplicaciones
informáticas y de gestión que ayudan a sobrellevar este proceso, lo
que sí que es necesario es que haya buenos gestores humanos, líderes
pedagógicos que abanderen el cambio que la educación moderna tanto
necesita. De muchas cosas pudimos hablar con Víctor si quieres escucharlo:
Mostrando entradas con la etiqueta liderazgo. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta liderazgo. Mostrar todas las entradas
miércoles, 15 de enero de 2020
viernes, 21 de julio de 2017
viernes, 30 de junio de 2017
Cómo ser un buen líder en un centro educativo
Educación 3.0. María Campo, asesora pedagógica de Eduka&Nature, reflexiona en este artículo sobre el papel de la dirección de un centro. En su opinión, el concepto de líder ha pasado de significar autoridad a implicar a todo el equipo en las tareas y responsabilidades.

La gestión horizontal favorece un liderazgo basado en la participación y la colaboración en equipo
En este sentido, el concepto de liderazgo también sufre un giro importante, pasando de significar autoridad a la capacidad de influencia interpersonal, que busca guiar, conducir y mostrar el camino a todos los miembros de la comunidad educativa. Este liderazgo se centra más en la propia persona y en sus emociones, que en los resultados. Para ello, se debe apostar por un ‘Liderazgo Transformacional’ (Bernard M. Bass, 1985), cuyos requisitos son:
– Tener carisma suficiente para entusiasmar y trasmitir confianza y respeto. A su vez deberá ser honesto y mostrar coherencia. Muchos directivos tienden a exigir aspectos que luego ellos mismos no llevan a cabo.
– Consideración individual. Es muy importante prestar atención personal a cada miembro de la comunidad educativa y hacerles sentir que son importantes y que se valora su trabajo. Además, hay que tratar de tener un comportamiento empático.
Un director debe ser honesto y mostrar coherencia, así como prestar atención personal a cada miembro para hacerles sentir que son importantes y que se valora su trabajo
– Estimulación intelectual. Un líder positivo debe ser capaz de estimular cognitivamente a las personas que trabajan con él. No se trata sólo de dar órdenes sino de implicarse en la resolución de problemas y de aceptar nuevos enfoques para viejos problemas. Es importante ofrecer al equipo la posibilidad de mostrar sus ideas y de participar en las situaciones a resolver. Esto enriquece las posibles soluciones y, a su vez, favorece la actitud de participación e implicación por parte de cada uno de los trabajadores. Igualmente, es imprescindible hacer hincapié en la inteligencia analítica, pero también se debe trabajar la gestión de emociones para el bienestar personal de cada uno, así como contar con un buen ambiente de trabajo.

– Inspiración: el líder debe siempre proyectar optimismo y entusiasmo, a pesar de que las circunstancias no siempre sean favorables. Además, debe contagiar positivismo e ilusión para evitar la desmotivación, la preocupación o la debilidad del equipo. De igual modo, debe ser capaz de implicar al grupo en el centro de manera constante y contagiando ilusión por el proyecto, siempre con una visión de futuro.
Un buen líder debe contagiar positivismo e ilusión para evitar la desmotivación, la preocupación o la debilidad del equipo
– Tolerancia psicológica. La dirección supone muchas motivaciones e ilusiones pero, a su vez, implica complicaciones, dificultades y baches: la presión de fechas, plazos, logros de objetivos, atención personal al equipo, familias y alumnos pueden suponer un estrés importante que hay que saber superar. El líder debe ser capaz de utilizar el sentido del humor para resolver ciertos conflictos o conducir momentos incómodos. Además, se debe ser tolerante y condescendiente con los errores. No puede estar siempre de mal humor, ni con enfrentamientos constantes por los errores que surjan. El error hay que tomarlo como algo positivo porque significa que se está intentando e intentarlo implica avanzar. Cuando suceden se debe analizar la causa y poner las soluciones pertinentes.

– Participación. Se apuesta por construir un liderazgo compartido fundamentado en la cultura de la participación, esto significa crear condiciones de participación y creer en el trabajo en equipo como estrategia que produce sinergias. Supone implicar a la comunidad educativa.
Un director debe ser tolerante y condescendiente con los errores. Cuando suceden se debe analizar la causa y poner las soluciones pertinentes
En conclusión, un buen líder no tiene por qué ocupar un cargo directivo pero debe tener ciertas capacidades técnicas, habilidades comunicativas, capacidad de gestionar conflictos y entrega total a la misión. Y lo más importante, debe dedicar atención personalizada a cada miembro del equipo y sacar lo mejor de cada uno de ellos haciéndoles crecer.
viernes, 2 de junio de 2017
lunes, 1 de mayo de 2017
martes, 18 de abril de 2017
sábado, 18 de febrero de 2017
martes, 14 de febrero de 2017
viernes, 10 de febrero de 2017
sábado, 4 de febrero de 2017
jueves, 2 de febrero de 2017
sábado, 28 de enero de 2017
martes, 20 de diciembre de 2016
¿Líder o jefe?
![]() |
Por Esteban G. Santana Cabrera |
Estar al frente de un equipo de trabajo no es fácil. Asumir puestos de responsabilidad en el ámbito profesional, muchas veces lleva aparejados múltiples problemas por la falta de formación en liderazgo. Porque no es lo mismo ser líder que jefe y como bien dice González, M. J. (2006). Habilidades Directivas. Innova. Nobel, G y col. Enfermería psicosocial y salud mental. Elsevier Masson, un líder es aquel que corre riesgos, fomenta la participación activa del grupo, es creíble mediante sus acciones, practica con el ejemplo, tiene visión de futuro, es un modelo a seguir, promueve el trabajo en equipo, está atento al progreso, fomenta la creatividad e innovación, es un motivador, es original, tolera la frustración y se adapta fácilmente a las situaciones.
En el ámbito educativo ser un buen líder es básico para asumir el cambio pedagógico de los centros que apuestan por la Educación del S XXI. En las directivas de los centros educativos cada vez es menos necesario buenos gestores económicos ya que hay aplicaciones informáticas y de gestión que ayudan a sobrellevar este proceso, lo que sí que es necesario es que haya buenos gestores humanos, líderes pedagógicos que abanderen el cambio que la educación moderna tanto necesita.
Las aulas también están necesitadas de docentes que sean líderes de la innovación, que estén formados en nuevas tecnologías y metodologías, que sean creativos, que empaticen con su alumnado, que fomenten el trabajo cooperativo y colaborativo y que no impartan las clases de manera magistral, al menos la mayoría, sino que la investigación sea pieza fundamental en el quehacer diario. Porque el alumnado del S XXI no es igual que el del S XX ni el del XIX, y el tipo de enseñanza que se está impartiendo en muchos de nuestros centros no varía de la del blanco y negro, salvo que se le ha añadido al aula una pizarra blanca que sirve para proyectar algún que otro vídeo que propone el libro de texto, en muchos casos.
El líder educativo debe asumir riesgos día a día, no le debe temblar el pulso a la hora de progresar y renovar pensando en el futuro del alumnado. Pero debe ser original y no repetir modelos que, si bien han sido experiencias de éxito en algunas comunidades educativas, podrían no serlo para la nuestra. Por ello es importante que sea creativo, analice y estudie las metodologías innovadoras y vaya haciendo, junto al resto de la comunidad educativa, un proyecto acorde a sus necesidades, a su infraestructura y a sus medios. Que no sea utópico, sí original y ambicioso, pero que lleve su sello profesional.
Pero abanderar una empresa, marca o centro educativo necesita ante todo un buen líder que tenga no solo una gran capacidad de trabajo y sacrificio, sino que sea humano, cercano, empático y que sepa ver los problemas antes de que ocurran. La paciencia es otra de las cualidades del buen líder. No perder los nervios ante las "meteduras de pata" del alumnado o los docentes que están a su cargo es vital. No dejarse llevar por el "calentón" del momento para corregir al que se equivoca caracteriza al buen líder, aunque muchas veces lo que nos salga desde lo más adentro es decir "aquí mando yo y las cosas las haces así". La diferencia entre una manera de actuar y la otra es que con la primera podremos ver un cambio en la persona a corto plazo y con el que actuamos de manera coercitiva la posibilidad de un cambio "a conciencia" es más difícil.
En definitiva, lo que debe predominar en un líder educativo es llegar a ser respetado por toda la comunidad, docentes, alumnado y familias, ser un referente, estar formado y no anclado en el pasado, por ello debe estar reciclándose continuamente, progresar profesionalmente y adaptándose a los nuevos tiempos. Los resultados ya llegarán.
jueves, 8 de diciembre de 2016
¿Cómo liderar a personas extrovertidas e introvertidas?
No es lo mismo ser líder que ser jefe, y tampoco es lo mismo ser un buen líder que ser un buen jefe.¿Qué nos interesa más para nuestros centros educativos? ¿Líderes o jefes? Comparto con ustedes esta interesante infografía sobre liderazgo.
sábado, 3 de diciembre de 2016
Si quieres liderar, no busques agradar a todo el mundo
Por: Pilar Jericó
Fuente: Blog de Pilar Jericó
Fuente: Blog de Pilar Jericó
“Si hubiera preguntado a mis clientes qué necesitaban, hubieran dicho un caballo más rápido” dijo Henry Ford. El magnate de la industria automovilística lo tenía claro: pedir opinión no es un buen consejo si quieres innovar.
El motivo es sencillo. Los genios tienen la capacidad de ver más allá mientras que el resto de los mortales nos contentamos con tener nuestras necesidades cubiertas o un caballo más veloz. Si Picasso hubiera hecho un análisis de mercado sobre el cubismo, seguramente se habría deprimido con los resultados. El riesgo de pedir opiniones a la hora de tomar decisiones valientes se ve también en la política. El Brexit o el no al proceso de paz propuesto en Colombia no hablan solo del fracaso de las encuestas previas, sino del riesgo a este tipo de liderazgo, entre otras cosas.
Todos queremos que los jefes cuenten con nuestra opinión. De hecho, es una de las mejores técnicas para desarrollar el talento de los equipos. Ahora bien, hay circunstancias en las que un líder no puede buscar el consenso e intentar contentar a todos. Si el equipo tiene pocos conocimientos sobre lo que se está tratando, puede generar frustración. “Si yo no entiendo nada, ¿para qué me preguntas?”, pensaría más de uno. Tampoco es recomendable cuando hay que tomar una decisión rápida. No me imagino a los bomberos abriendo un debate incluidos los recién llegados mientras se está incendiando una casa. En momento de emergencia, el tiempo es oro. Tampoco la búsqueda de consenso es el mejor método para producir cambios radicales. Por eso, no es de extrañar que Suiza fuera el país europeo que más tarde permitió el sufragio femenino. Utilizó la técnica del consenso… entre los hombres, claro está. Se logró en 1971 por detrás de otros países como Marruecos o Libia, por ejemplo. Y tampoco es una buena idea si se va a hacer oídos sordos a lo que la gente diga. Preguntar implica un acto de responsabilidad con los resultados obtenidos. Por lo tanto, hay que valorar previamente las consecuencias de hacerlo.
Reconozcamos algo: Los jefes que consultan en exceso encubren el miedo a tomar decisiones. “Si esto fracasa, al menos no estoy solo. Lo hemos decidido entre todos”, se puede pensar. Esta técnica puede ser adecuada en muchas ocasiones, pero si estás enfrentándote a una decisión estratégica o algo en lo que crees profundamente, hay que arriesgar a pesar de la soledad que eso implique. Y todo lo anterior, por supuesto también nos afecta a nosotros mismos.
Liderar nuestra vida significa tomar nuestras propias decisiones, aunque nos equivoquemos y no sean del agrado de todo el mundo. Si estamos continuamente buscando la aprobación, viviremos la vida de otros, pero no la nuestra. Habremos seguido los sueños que no cumplieron nuestros padres o la proyección de nuestras parejas, jefes o amigos. Pero no nuestras propias inquietudes. Esto no significa caer en el extremo opuesto, en el que no pedimos ningún consejo o tenemos la prepotencia de pensar que todo nos lo sabemos, porque si actuamos así, quizá estemos encubriendo otro tipo de inseguridades.
En definitiva, liderar tu vida también pasa por abrirse al mundo, aprender de otros, recoger experiencias, pero sin olvidar que eres tú quien has de tener la última palabra. Y si a los demás no les gusta, pues bueno… ya tendrás tiempo para demostrar que estabas en lo cierto o para rectificar si hiciera falta. Porque es preferible un fracaso del que podamos aprender que un éxito de una vida que no deseamos tener
sábado, 7 de mayo de 2016
viernes, 18 de marzo de 2016
¿Cómo reconocer al líder silencioso?
Fuente: rgmorallon.wordpress.com
Autor: Ricardo Teamcoach
Qué sabemos sobre aquel que no lleva el brazalete de capitán, sobre aquel que nadie mira en los meetings, sobre aquel que no recibe los aplausos del auditorio, sobre aquel que no pasa de un aforo de máquina de café. ¿Qué sabemos del liderazgo que permanece en la sombra?, qué sabemos de estos líderes subordinados, según Richard Hytnerson. Son como esos superhéroes de doble identidad que velan por nosotros, yo prefiero llamarles: líderes silenciosos.
En todo sistema, en todo equipo sus miembros tienen un líder claro, alguien que les inspira, que les motiva, que les ayuda a tomar las mejores decisiones. El líder no decide por el grupo, el líder no es un Moisés que te abrirá los mares cuando no tengas salida, el líder no es un teléfono 24h, el buen líder no es ni será el responsable último de tus actos.
Quiero hablaros de los poderes del líder silencioso, pieza fundamental en toda organización, es como esos secundarios del Hollywood clásico que nunca recibieron el oscar al mejor actor, pero que sin ellos los Humphrey Bogart de turno no serían los héroes altruistas de ninguna Casablanca. Reconocer este tipo de líderes ,en toda la acepción de la palabra, no es tarea fácil, precisamente porque una de su virtudes es estar en la sombra.
¿Cómo reconocemos al líder silencioso?:
1.- SER MÁS SIENDO MENOS
Una de las competencias más importantes del liderazgo silencioso es la virtud de hacer sin parecer que haces, de buscar lo mejor pero no desde el yo, si no desde el nosotros. Esto es realmente difícil porque nuestro patrón de conducta se ha basado en un sistema educativo de competencia, de evaluación individual con el resto de compañeros. Por suerte, cada vez más son las escuelas que ya han empezado ha cambiar el modelo de enseñanza transformándola en equipos que cooperan.
2.- IMPERSONAL BRANDING
No está interesado en trabajar su marca personal, no le interesa cómo venderse en el departamento y si la última incorporación le desplazará, sabe que su liderazgo es temporal. Él no pertenece al tablero de Games of Thrones, sus esfuerzos son sistémicos, buscan apuntalar todo aquello que sea susceptible de no aguantar la presión, ya sea externa al equipo o la del propio líder.
3.- RESPETO
Ayudará siempre al líder aún cuando no esté de cuerdo con sus decisiones. Los trapos sucios se lavarán en casa y nunca pondrá en entredicho decisiones. Tan sólo planteará alternativas y mostrará respeto. El concepto del respeto en un equipo es una de los valores más importantes desde mi experiencia. El respeto te permite abrir puertas sin forzarlas, el respeto te permite no perder la razón aunque ésta no sea la más acertada.
4.- WATCHMEN
Está continuamente en alerta, vigilando todo aquello que el líder desde su posición no puede ver. No es un big brother, ni una Stasi. El líder silencioso tiene una posición igualitaria al resto de compañeros del equipo que le permite advertir sombras que el líder nunca vería. Es una de las discusiones más comunes entre el líder y el líder silencioso pues los enfoques son de partida ya diferentes. Cito a Ed Catmull, fundador y presidente de Pixar en su último libro que pese a su título, Creatividad S.A.,es una magnífica historia práctica sobre liderazgo y business coaching:
Si no somos capaces de reconocer que hay una gran cantidad de cosas que permanecen ocultas, a largo plazo nos perjudicaremos…saber que hay cosas que no puedes percibir…esos líderes deben comprender en primer lugar cuántos de los factores que conforman sus vidas y sus negocios están, y siempre estarán ocultos.
5.- POSITIVIDAD
Su capacidad de contagiar optimismo es la energía más útil para el líder, sin ese estado de ánimo previo sería imposible que el equipo alcanzará sus goals. El líder silencioso irá colocando hábilmente cargas explosivas de positividad que el líder ya oportunamente activará según su plan estratégico de trabajo.
6.- INFLUENCER
Como decía al inicio, el líder silencioso no tendrá un auditorio para él, pero su capacidad de influencia será selectiva, es como si fuera a la máquina de café de cada departamento a tomarse un café con la persona más influyente. Su conversación radica en ideas, no en personas, aportando valor porque es siempre por y para el buen entendimiento de los miembros del equipo.Influenciar es un término algo pervertido por las prácticas abusivas de muchos responsables, pero debe entenderse como alguien capaz de crear estados de opiniones pues la característica de todo influencer es el dominio casi absoluto de alguna materia o varias.
7.- ENEATIPO MENTAL
La personalidad del líder silencioso responde, según mi opinión, al grupo de los mentales, precisamente para dar el contrapunto a los líderes que suelen ser eneatipos viscerales. Según el eneagrama, un herramienta que me parece muy útil para conformar equipos, el líder silencioso es el observador, sereno, el que se encuentra cómodo en el anonimato, es un pensador, un investigador. Su capacidad de análisis le da la visión que otros no tienen. El líder silencioso es paciente, sabe controlar las situaciones de presión, precisamente porque relativiza. Es creativo y curioso, lo que le abre numerosas puertas al líder. El buen líder, carente del EGO de traje de Hugo Boss, no dudará ni un momento en traspasarlas. Nuestro líder silencioso tiene ecos del personaje cinematográfico. Mr. Spock.
8.-ERRAR NO ES UN ERROR
Gracias a su condición de no ser el líder, tiene y debe tener el mantra de recordar que el errar no es un error, que equivocarse forma parte del proceso de trabajo de equipos excelentes, de quipos que se atreven, de equipos valientes que sus líderes empujarán hacia el aprendizaje, y sé que sin errar no habrá futuros aciertos. Sé que es fácil decirlo, pero todos los que hemos llevados equipos sabemos lo difícil de recuperar los estados de ánimos después de la equivocación, precisamente, por nuestra cultura católica, de la culpa.
9.- BUDDY MOVIE
Neurocientíficos del Max Planck Institute ha demostrado que las interacciones neuronales entre un líder y los miembros de su equipo es mayor que la del resto de integrantes entre ellos. De la misma manera, y tal como nos apunta Richard Hyner en su libro Consiglieri , la conexión del líder y su segundo deben ser total, es como las buddy movies, amigos inseparables, compañeros a la fuerza…siempre juntos para resolver las tramas, límbico (emociones) y neocórtex (lo racional). Me imagino la imagenografía del cerebro de estos dos tipos de líderes y debe ser una tormenta neuronal a lo 5 de Noviembre en Londres.
10.- COACHING & MENTORING
Nuestra necesidad de poder ver coherencia en nuestra empresa, de que nuestro mapa sea el mismo que el de nuestros líderes es cada vez más complicado. Estamos en un momento de cambio a una velocidad vertiginosa. Y el modelo de liderazgo yo cabalgo solo terminó. Vivimos más en la continua estimulación que no en la necesaria reflexión. La ecuación es sencilla: si no hay tiempo suficiente, lo que ,más rápido viaja es el impulso inmediato, no la reflexión, no el logos. De ahí la necesidad de los líderes silenciosos que tendrán que multiplicarse en los equipos, su capacidad de mentoring estará ahí, o como si fueran coaches. El futuro del liderazgo pasará por este individuo silencioso que nos susurrará al oído…¡no tengas miedo, lo vamos a conseguir!
viernes, 5 de diciembre de 2014
jueves, 4 de diciembre de 2014
12 características de un buen líder
No podía dejar la oportunidad de compartir con vosotros esta infografía que lleva varios días rondando por las redes sociales. Muchos sois los que me la habéis hecho llegar a través de menciones y DMs en twitter, y eso, quieras que no, me llena “de orgullo y satisfacción”: significa, por un lado, que asociáis los temas de liderazgo con “esta casa”, y por otro lado, que no os olvidáis de mí, que ya llevaba una semana sin publicar.
Así que dedicaremos esta entrada a todos los que tenéis este blog como referencia, y a todos aquellos que luchan a diario por ser un buen jefe (traducción literal de la infografía), por aquí me gusta más que hablemos de buenos y malos líderes. También, porque no decirlo, a todos aquellos que sufren a diario (en silencio o no tanto) las malas artes de liderazgo que tanto abundan en nuestros entornos.
Fundamentales los 12 puntos que desgranan en la infografía y que tomamos “prestada” la traducción de la gente de Clases de Periodismo, que hacer lo que ya han hecho otros, y probablemente mejor que uno mismo, es tontería, jejeje…
Sé positivo:
Encuentra en cada situación una oportunidad de aprender
Sé honesto:
Dile a tus empleados siempre la verdad, incluso si esta es incómoda
Delega:
Encarga funciones a tu personal. Evita ser autosuficiente y trabaja en equipo.
Comunícate:
Muchos problemas en las organizaciones ocurre porque no existe un canal de comunicación sólido entre los empleados y el jefe.
Inspira:
Busca que las personas a tu cargo disfruten de su trabajo y lo realicen inspiradas.
Alinea al equipo:
Mantén al equipo concentrado en objetivos a lograr.
Balancea:
Las personas realizan un mejor trabajo cuando tienen balanceada su vida profesional y personal. Fomenta este aspecto.
Da crédito:
Reconoce cuando un empleado realiza un buen trabajo con tu confianza.
Fomenta el crecimiento:
Que tus trabajadores tengan como objetivo ser productivos.
Premia:
Muestra tu reconocimiento con pequeñas acciones.
Sé justo:
No tengas favoritismos, pues eso desmoraliza al resto del equipo y crea un clima de incomodidad.
Sé un mentor:
Recuerda ser un mentor antes que un jefe. Tómate el tiempo de enseñarles a tus empleados al menos una vez cómo deben realizar las cosas.
Bonus Track. Fomenta buenos hábitos:
Enséñales a emplear las herramientas adecuadas para la realización de sus trabajos.
Puedes consultar la infografía por ti mismo, y luego ya si eso, nos cuentas cuáles son tus puntos favoritos.
Fuente: http://sobrevivirrhhe.com/
Extraído de:
sábado, 5 de julio de 2014
10 hábitos de las personas altamente eficaces
Por Antonio José Masiá (@ajmasia)
1. No dejan que nada se escape. Sumidos en un paradigma tremendamente líquido, no podemos permitirnos el lujo de que nada potencialmente útil pueda escaparse, puesto que lo que hoy puede parecer absurdo mañana puede ser realmente valioso. ¿Cómo conseguir esto? Anotando en un sistema totalmente fiable todo aquello que capta nuestra atención. Las personas eficaces no se fían de su mente, razón por la cual externalizan todo aquello que les llama la atención dado que lo consideran realmente valioso.
2. Definen su trabajo. Nuestra realidad actual hace que tengamos que enfrentarnos a más carga de trabajo de la que realmente podemos abarcar. ¿Cómo solucionar esto? Eligiendo las mejores opciones en cada momento. Esto implica que primero hemos de definir nuestro trabajo para después poder elegir qué es lo mejor que podemos hacer. Decía Peter Drucker que en el trabajo del conocimiento la tarea no puede presuponerse sino que ha de determinarse. Las personas eficaces son verdaderos especialistas en definir cuál es verdaderamente su trabajo.
3. Nunca dejan de revisar. Todo en el universo tiende al desorden, a menos que hagamos algo al respecto. De nada sirve saber todo lo que quieres o tienes que hacer si no lo revisas de forma periódica, tanto para ponerte en marcha, como para saber cómo marcha tu camino hacia el futuro.
4. Integran el corto con el largo plazo. ¿Estás seguro de que lo que estás haciendo te lleva o acerca a los resultados que persigues? La eficacia tiene una relación directa con este aspecto. Las personas eficaces caminan sin prisas dando pasos firmes con la vista puesta en el horizonte. Esto solo es posible con control y perspectiva.
5. Solo tienen una mente. Separar nuestras cosas personales de las profesionales únicamente contribuye al desequilibro de nuestra propia vida dado que de forma indirecta comenzaremos a priorizar, quedando seguramente lo estrictamente personal en un segundo plano. Solo tenemos una mente y esta debe ser capaz de tomar decisiones respecto a lo que es mejor para nosotros de forma única.
6. Gestionan la subjetividad. ¿Cómo? Simplemente dándole la importancia que tiene, es decir, ninguna. Solo podemos decidir sobre aquello que es realmente objetivo y depende de nosotros. El resto queda fuera de nuestro control y no debería condicionar nuestros resultados, por tanto nuestra eficacia.
7. Persiguen la autonomía. Para poder alcanzar lo que nos proponemos debemos gozar de autonomía. De lo contrario el camino se complica y se estrecha, disponiendo de menor número de opciones de actuación, hecho que suele generar desmotivación.
8. Persiguen la maestría. Esto implica que controlan lo que hacen y experimentan el dominio de sus habilidades. Este hecho les ayuda a aumentar su eficacia de forma constante a través de la mejora que conlleva la práctica incesante.
9. Dan sentido a lo que hacen. Resulta difícil llegar a un lugar si se camina sin rumbo. Las personas eficaces actúan en base a un propósito, son conscientes de por qué hacen las cosas.
10. Persiguen la eficiencia. En pleno siglo XXI el concepto de productividad ha dejado de tener sentido. Ahora lo tiene la eficacia eficiente, es decir, el alcanzar los resultados que pretendemos optimizando de la mejor manera nuestros recursos. El principal recurso a tener en cuenta es el de nuestra atención, es decir, dónde ponemos el foco en cada momento.
Consultor artesano y coach, Antonio José Masiá es autor del blog Cambiando Creencias,en el que habla sobre cómo desarrollar valor en las personas y organizaciones a través de la mejora de su eficacia. Su carrera comenzó como arquitecto técnico, pero la reinvención llegó a través del coaching. Desde entonces, este inquieto gaditano se halla en constante proceso de desarrollo personal y profesional.
1. No dejan que nada se escape. Sumidos en un paradigma tremendamente líquido, no podemos permitirnos el lujo de que nada potencialmente útil pueda escaparse, puesto que lo que hoy puede parecer absurdo mañana puede ser realmente valioso. ¿Cómo conseguir esto? Anotando en un sistema totalmente fiable todo aquello que capta nuestra atención. Las personas eficaces no se fían de su mente, razón por la cual externalizan todo aquello que les llama la atención dado que lo consideran realmente valioso.
2. Definen su trabajo. Nuestra realidad actual hace que tengamos que enfrentarnos a más carga de trabajo de la que realmente podemos abarcar. ¿Cómo solucionar esto? Eligiendo las mejores opciones en cada momento. Esto implica que primero hemos de definir nuestro trabajo para después poder elegir qué es lo mejor que podemos hacer. Decía Peter Drucker que en el trabajo del conocimiento la tarea no puede presuponerse sino que ha de determinarse. Las personas eficaces son verdaderos especialistas en definir cuál es verdaderamente su trabajo.
3. Nunca dejan de revisar. Todo en el universo tiende al desorden, a menos que hagamos algo al respecto. De nada sirve saber todo lo que quieres o tienes que hacer si no lo revisas de forma periódica, tanto para ponerte en marcha, como para saber cómo marcha tu camino hacia el futuro.
4. Integran el corto con el largo plazo. ¿Estás seguro de que lo que estás haciendo te lleva o acerca a los resultados que persigues? La eficacia tiene una relación directa con este aspecto. Las personas eficaces caminan sin prisas dando pasos firmes con la vista puesta en el horizonte. Esto solo es posible con control y perspectiva.
5. Solo tienen una mente. Separar nuestras cosas personales de las profesionales únicamente contribuye al desequilibro de nuestra propia vida dado que de forma indirecta comenzaremos a priorizar, quedando seguramente lo estrictamente personal en un segundo plano. Solo tenemos una mente y esta debe ser capaz de tomar decisiones respecto a lo que es mejor para nosotros de forma única.
6. Gestionan la subjetividad. ¿Cómo? Simplemente dándole la importancia que tiene, es decir, ninguna. Solo podemos decidir sobre aquello que es realmente objetivo y depende de nosotros. El resto queda fuera de nuestro control y no debería condicionar nuestros resultados, por tanto nuestra eficacia.
7. Persiguen la autonomía. Para poder alcanzar lo que nos proponemos debemos gozar de autonomía. De lo contrario el camino se complica y se estrecha, disponiendo de menor número de opciones de actuación, hecho que suele generar desmotivación.
8. Persiguen la maestría. Esto implica que controlan lo que hacen y experimentan el dominio de sus habilidades. Este hecho les ayuda a aumentar su eficacia de forma constante a través de la mejora que conlleva la práctica incesante.
9. Dan sentido a lo que hacen. Resulta difícil llegar a un lugar si se camina sin rumbo. Las personas eficaces actúan en base a un propósito, son conscientes de por qué hacen las cosas.
10. Persiguen la eficiencia. En pleno siglo XXI el concepto de productividad ha dejado de tener sentido. Ahora lo tiene la eficacia eficiente, es decir, el alcanzar los resultados que pretendemos optimizando de la mejor manera nuestros recursos. El principal recurso a tener en cuenta es el de nuestra atención, es decir, dónde ponemos el foco en cada momento.
Consultor artesano y coach, Antonio José Masiá es autor del blog Cambiando Creencias,en el que habla sobre cómo desarrollar valor en las personas y organizaciones a través de la mejora de su eficacia. Su carrera comenzó como arquitecto técnico, pero la reinvención llegó a través del coaching. Desde entonces, este inquieto gaditano se halla en constante proceso de desarrollo personal y profesional.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)