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miércoles, 20 de marzo de 2024

Línea Editorial 19 de marzo

 Hoy 19 de marzo, día de San José y Día del Padre. En mi colaboración semanal con Emisora Diocesana comparto mi reflexión sobre este día tan especial y donde recuerdo a mi padre con mucho orgullo. https://enacast.com/radiotamarac.../programs/linea-editorial

martes, 13 de octubre de 2020

Reflexionando sobre las capacidades asociadas a la situación de aprendizaje "En buena Onda".


En la situación de aprendizaje “En buena Onda” que he proyectado pensando en mi Aula del Futuro escogí, entre otras,  estas tres capacidades que se manifiestan en otras tantas competencias:

Capacidad de aprendizaje: Aprender a aprender

Capacidad laboral: Comunicación

Capacidades para la vida: ciudadanía

En primer lugar quiero decir que escogí la radio porque es una herramienta educativa, motivadora, inclusiva, creativa y sobre todo competencial y además porque la llevo utilizando desde hace mucho tiempo en el aula. Como herramienta didáctica y potenciadora de las habilidades y destrezas comunicativas, sociales y ciudadanas es muy potente; amén de favorecer la autonomía personal en el aprendizaje, aumentando la motivación y la convivencia en entornos favorables para el trabajo cooperativo y la colaboración entre el alumnado. 

Nos ofrece la posibilidad de desarrollar la competencia aprender a aprender ya que trabajamos una serie de destrezas que requieren la reflexión y la toma de conciencia de los propios procesos de aprendizaje, qué estamos aprendiendo y para qué nos servirá. En definitiva invita a ser capaces de apoyarse en experiencias vitales y de aprendizaje previas con el fin de utilizar y aplicar los nuevos conocimientos y capacidades en otros contextos, como los de la vida privada y profesional, sobre todo en el uso de los medios de comunicación.

La radio escolar es un recurso muy innovador que permite trabajar por proyectos, partiendo del propio currículo y atendiendo los intereses del alumnado, teniendo en cuenta los distintos talentos, fomentando el aprendizaje desde el pensamiento a través de la utilización de rutinas y destrezas de pensamientos en el proceso y sobre todo permite hacer evaluación entre iguales y  autoevaluación a lo largo de todo el proceso de enseñanza aprendizaje. Además hemos constatado que  es una herramienta muy potente a la hora de comunicar los aprendizajes, de hacerlos visibles  al resto del centro, a las familias, a la sociedad en general.

En cuanto a la competencia social y ciudadana, la radio fomenta la habilidad para interactuar  en el ámbito público y para manifestar solidaridad e interés por resolver los problemas que afecten al entorno escolar y a la comunidad a través de los medios de comunicación. Es el escenario ideal para la reflexión crítica y creativa y la participación constructiva en las actividades del barrio. Los alumnos aprenden a evaluar y ser evaluados para mejorar la calidad de los productos en los que trabajan; se les pide reflexionar sobre lo que aprenden y cómo lo aprenden. Implica una audiencia. Los alumnos presentan su proyecto a otras personas dentro y fuera del aula. Esto aumenta la motivación del alumnado al ser consciente de que tiene un público y además le da autenticidad al proyecto. 

Y por último, en cuanto a la competencia comunicativa, en esta situación de aprendizaje veremos cómo le ayuda al alumnado a leer y entender textos escritos (webs, noticias, biografías, etc.), escuchar y entender textos orales: toma de notas, audiciones, etc., escribir textos: hacer guiones, redactar noticias, entrevistas, etc., Producir textos orales: exposiciones, debates, entrevistas, etc., interactuar, organizar y gestionar los productos radiofónicos, debatir, llegar a acuerdos, etc. Todos estos beneficios al final nos llevará a que haya una mejora del rendimiento escolar, mejora del absentismo y la convivencia (aula y centro), un profesorado más formado en comunicación lingüística,  a que se ha fomentado el hábito lector del alumnado (distintos tipos de textos) y se ha fomentado el trabajo colaborativo del profesorado en torno a esta herramienta.

lunes, 17 de agosto de 2020

"Docentes exitosos- docentes fracasados"

 


Llegó hasta mi esta ilustración de @TuAzucarySa y me vienen a la cabeza nombres, sobre todo en nuestra profesión docente, de personas exitosas, docentes exitosos no porque realicen grandes proyectos o lideren iniciativas que tienen amplia repercusión, que algunos lo han hecho y grandes, sino porque son docentes humildes,  que ayudan a sus compañeros en las pequeñas cosas, ven el lado positivo de los problemas, están siempre creando, con optimismo y con una sonrisa siempre en los labios. Trabajando en equipo y no de manera individual. 

Afortunadamente son muchísimos los docentes "exitosos" que hay en nuestras escuelas, aunque eso no quita que podamos encontrarnos algún lunar negro. Personas que critican y no dan propuestas, que creen saberlo todo sin saber nada, que solo miran el lado negativo de las cosas o lo que es lo mismo, el lado medio vacío. Son aquellos que critican a otros compañeros sin mirarse su ombligo, burlándose de ellos sin mirar más allá, que están continuamente quejándose de todo y de los demás pero no de lo que ellos hacen mal.

Pero bueno, de estos últimos mejor ni hablar, ni tenerlos cerca. Saben qué les digo, yo, a esos "fracasad@s" no los tengo ni en mis contactos, los he borrado de mis redes sociales y procuro hacer un reseteo cerebral para que no se me quede ni un recuerdo oscuro en mi mente. Prefiero rodearme de personas exitosas entre las que estás tú y por eso te he etiquetado. Si soy el docente que soy es gracias en parte a ustedes ¡Gracias por tanto!

miércoles, 24 de enero de 2018

lunes, 20 de noviembre de 2017

Escuelas del siglo XXI con profesorado del siglo XXI para alumnado del siglo XXI

Fernando Trujillo
@ftsaez
Blog Fernando Trujillo
Si quieres escuchar esta entrada en formato podcast, la tienes a tu disposición en El timbre del laboratorio.
En educación no hay expresión más absurda que aquella que afirma que en la escuela enseña un profesorado del siglo XX a un alumnado del siglo XXI con metodologías del siglo XIX. Solo quien no conozca la escuela o no quiera ver en ella una evolución puede mantener que la escuela no ha cambiado para asumir los nuevos retos que la sociedad le encomienda. Es más, hoy nos encontramos en un momento claro de ebullición y de aparición de pedagogías emergentes visibles en muchos centros educativos.
Para empezar, la escuela ha asumido en su currículum todos aquellos contenidos que la sociedad ha considerado relevantes. Desde la educación vial hasta la educación financiera, pasando por la robótica, el inglés como lengua vehicular en los centros bilingües o, por supuesto, la educación para la igualdad entre mujeres y hombres, la escuela ha ido introduciendo nuevos contenidos ya sea por mandato normativo, mediante el desarrollo de nuevos materiales o por la vía de los libros de texto.
En segundo lugar, hoy el profesorado tiene a su disposición un amplio catálogo de estrategias y recursos metodológicos que incluyen diversas maneras de gestionar el aula, organizar a su alumnado y promover situaciones de aprendizaje. Pensar que las metodologías existen sin el profesorado es una contradicción; es más, el profesorado hoy lidera el avance en ciertas estrategias metodológicas, en muchas ocasiones por delante de unidades teóricamente dedicadas a la innovación como son las universidades o los centros del profesorado.
En tercer lugar, la tecnología ha revolucionado el aprendizaje, como muchos otros aspectos de nuestra vida. Por un lado, ha expandido las oportunidades de aprendizaje tanto en el tiempo como en el espacio, desbordando las paredes y el horario de la escuela para permitir que quien quiera aprender pueda hacerlo en todo momento y lugar; por otro lado, la tecnología ha permitido abrir ventanas y puertas en el aula y modificar procedimientos aportando nuevas vías de comunicación y nuevos materiales. La Tecnología es un factor de cambio cultural, y la escuela no es inmune a esta fuerza de cambio.
Así pues, la escuela de 2017 poco tiene que ver con la escuela de 1917 y mucho menos con la escuela de 1817. Desde lo más aparente a lo más profundo y delicado, la escuela ha cambiado radicalmente, y el proceso de cambio no está disminuyendo sino que, al contrario, está acelerando.
Obviamente, no todas las escuelas están situadas en el mismo punto de este vector de cambio. Hay escuelas más o menos innovadoras, sin lugar a dudas. Pero, por un lado, hay que diferenciar entre el deseo de cambio y las posibilidades de cambio. ¿Cuentan todos los centros educativos, tanto en la red pública como privada, con los recursos necesarios para la mejora?¿Se dan las condiciones laborales necesarias para que el docente trabajador pueda desarrollarse personal y profesionalmente a través de la innovación?¿Apuesta la Administración de manera clara por la revisión del currículo, el desarrollo profesional de su profesorado y la mejora de las condiciones laborales?¿Están todos los factores alineados para que la escuela pueda desarrollar la tarea que tiene encomendada de manera eficaz?
Por otro lado, pensar solo en términos de “innovación” puede conducirnos al cambio por el cambio pero sin transformaciones positivas reales, o incluso a cambios que perjudiquen el aprendizaje. La innovación debe contribuir, y normalmente así ocurre, al desarrollo integral del estudiante y a promover el éxito de todo el alumnado en todas las circunstancias. La innovación no es el objetivo en sí misma, es un medio para un fin: la construcción de una sociedad mejor.