martes, 29 de abril de 2025

El Trabajo de Enseñar

Por Esteban G. Santana Cabrera 

En esta semana en la que celebramos el Día del Trabajador, me gustaría detenerme en una de las profesiones más vocacionales y trascendentales para el futuro de cualquier sociedad: la de los enseñantes, los maestros y maestras que cada día construyen esperanza, cultivando conocimiento, sembrando valores y acompañando aprendizajes.

Ser docente no es un empleo más. Implica una entrega profunda que va más allá del horario lectivo: planificación, formación constante, innovación, adaptación a contextos diversos y un compromiso diario con el alumnado. La vocación, tan difícil de definir pero tan fácil de reconocer, es el motor que mueve a miles de profesionales de la enseñanza, que incluso en los momentos más difíciles —como los vividos en los últimos años— no han dejado de sostener el aprendizaje y el vínculo humano.

La creatividad, la capacidad de reinventarse, de conectar con el alumnado a través de nuevas metodologías, de recursos propios o colectivos, de trabajo en equipo, son rasgos distintivos del buen hacer docente. La formación permanente no es una opción, es una necesidad que el profesorado asume con responsabilidad, aunque muchas veces con recursos insuficientes o en condiciones mejorables.

En el caso de Canarias, hablar del profesorado es también hablar de identidad, de territorio, de contexto. Nuestra realidad insular, con sus singularidades geográficas, culturales y sociales, requiere una mirada atenta y comprometida. La Ley Canaria de Educación reconoce al profesorado como “elemento clave del sistema educativo”, y promueve su desarrollo profesional y bienestar como condiciones esenciales para garantizar una educación de calidad.

El punto 2 del Artículo 8 habla sobre el profesorado y su derecho básico esencial al pleno reconocimiento social de su importante misión, así como al desarrollo de una carrera profesional que le permita el pleno reconocimiento económico y profesional de su contribución a la mejora continua de la educación. Y nos preguntamos si realmente hoy en día está reconocida la profesión docente, o cada vez está más desprestigiada.

Y por otro lado el punto 5 de este mismo artículo habla sobre la importancia de que la administración establezca medidas destinadas a promover el bienestar y la mejora de la salud del personal docente. ¿Se tiene en cuenta? Porque no consiste en realizar una revisión médica anual y voluntaria sino que haya un seguimiento, sobre todo, de la salud mental del profesorado.

El Consejo Escolar de Canarias, en múltiples informes y pronunciamientos, ha destacado la necesidad de fortalecer el reconocimiento social del profesorado, dignificar sus condiciones laborales y potenciar su participación activa en la toma de decisiones educativas. Porque una educación de calidad no se decreta: se construye, y en esa construcción el papel de los docentes es insustituible.

En este Día del Trabajador, me gustaría rendir homenaje al trabajo silencioso, creativo y comprometido de nuestras maestras y maestros. A quienes enseñan con el alma, que creen en lo que hacen y que luchan por una sociedad más justa a través de la educación. Que este día sirva no solo para reconocerlos, sino para seguir luchando por los recursos, el respeto y la valoración que esta profesión merece.

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