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Por Esteban G.Santana Cabrera |
Estamos inmersos en una sociedad muy convulsa, con una pérdida de valores muy importante en todos los aspectos de nuestra vida. Y esto también se refleja en la escuela. En muchas ocasiones escuchamos que el profesorado está desmotivado, que en las aulas de hoy no se puede dar clase y que muchos docentes no tienen vocación, entre otras linduras.
No me voy a posicionar como defensor del gremio docente, pero sí que me gustaría centrarme, si me lo permiten, en mi visión de la situación, desde dentro. Creo que hay que reconocer que la mayoría de los docentes no nos sentimos temerosos, sino profundamente comprometidos con nuestra labor. La vocación educativa impulsa a muchos maestros y maestras que conozco a adaptarse constantemente a las necesidades de su alumnado, demostrando su dedicación y pasión por la enseñanza.
La formación continua es una prioridad para muchos docentes, quienes buscan actualizar sus conocimientos y metodologías para ofrecer una educación de calidad. Esta disposición al aprendizaje constante refleja su amor por el alumnado y su compromiso con su desarrollo integral.
Además, la creatividad y la resiliencia son características fundamentales en la práctica educativa actual. A nadie se le esconde que los docentes nos enfrentamos desafíos diversos, desde la integración de nuevas tecnologías hasta la atención a la diversidad en el aula, y lo hacemos con una actitud positiva y proactiva.
Este año estamos teniendo una bonita experiencia de compartir, ver otras realidades educativas, gracias a“En la Onda” dentro del Proyecto ‘Agrupaciones de centros educativos públicos’, situado en el marco del proyecto del Ministerio de Educación y Formación Profesional. Este proyecto trata sobre la radio escolar, enfocada como una herramienta pedagógica que impulsa la expresión oral, el trabajo colaborativo, el pensamiento crítico y la competencia digital. Pero sobre todo crear sinergias entre docentes de distintas comunidades y aprender unos de otros.
Esta semana estuvimos por Madrid y tuvimos como anfitriones al CEIP Miguel de Cervantes de Mejorada del Campo, y como docentes invitados el resto de centros que conforman la agrupación, el CEIP Los Giles (Las Palmas de Gran Canaria), el IES Santa Lucía del Trampal (Cáceres) y el CEIP Campo Charro (Salamanca). Pudimos ver y aprender sobre qué es lo que hacen, cómo lo hacen ,qué frutos están teniendo en su proceso transformador, y sobre todo, utilizando la radio como herramienta educativa.
Esta experiencia no es más que un botón de la multitud de experiencias docentes que demuestran que son muchos los docentes con vocación y que están dispuestos a sacrificar tiempo personal por aprender un poquito más cada día. Es importante destacar que la enseñanza no se limita a la transmisión de conocimientos académicos, sino que también implica formar ciudadanos críticos, empáticos y responsables. Los docentes del siglo XXI desempeñamos un papel crucial en la construcción de una sociedad más justa y equitativa.
Por ello, en lugar de centrarnos en los miedos, debemos reconocer y valorar el esfuerzo, el sacrificio, la dedicación y el amor que los docentes aportamos a nuestra labor diaria. Porque la vocación y el compromiso son la base para una educación transformadora que prepara a los más pequeños para los retos del futuro.
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