lunes, 23 de septiembre de 2019

¡Nuevo curso, nuevos aires en Educación!

Por Esteban G. Santana Cabrera
Durante las vacaciones de verano, los grandes centros comerciales lanzaron distintas campañas publicitarias que invitaban a preparar la vuelta al cole. Si se dan cuenta, como ciudadanos, no terminamos de desconectar del “cole”, ni como docentes, ni como padres, ni como alumnos, simplemente, no nos dejan. Como docentes, padres, madres o alumnado, durante el tiempo de verano, cuyo objetivo principal es el de resetear nuestros cerebros e incorporar nuevas actividades y rutinas tras un curso lleno de actividades y emociones, continuamos trabajando en este o aquel proyecto, en si me toca este o aquel tutor o tutora, o si estaremos el próximo curso en este o aquel grupo de compañeros y compañeras.
La Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación, (LOE) modificada por la Ley Orgánica 8/2013, de 9 de diciembre, para la mejora de la calidad educativa (LOMCE) permite a los centros educativos tener, autonomía pedagógica y de gestión, pudiendo elaborar  planes, proyectos y programaciones, para tratar de conseguir que los objetivos propuestos se adapten lo más posible a su realidad. La propia Ley, reconoce esto como una de las características esenciales del sistema educativo no universitario: su descentralización, o lo que es lo mismo, la corresponsabilidad de distintos agentes en la consecución de los fines que persigue el sistema educativo. Pero ¿es esto posible? Si hablamos con los equipos directivos de los centros educativos nos darían mil y un argumentos sobre los inconvenientes que tiene conseguir cumplir la Ley y la normativa que la desarrolla y que se concreta para esta CCAA. Porque el propio sistema no ayuda a que esto sea posible y  porque  por mucho que el centro tenga un proyecto educativo innovador, que trate de trabajar por proyectos incluyendo todo tipo de metodologías activas e innovadoras e introduciendo las tecnologías de la información y la comunicación TICs y su adecuada aplicación en un entorno educativo (TACs) , todo esto por poner algo, luego la realidad es otra.
El primero que se encuentra con impedimentos, es el profesorado en general porque no tiene recursos y muchas veces la administración no le apoya, además de no contar muchas veces, con el perfil adecuado. Sacarlos de ahí es muy complicado, no porque no sean capaces, sino porque eso implica hacer algo a lo que no están acostumbrados. Son los del planteamiento: "si esto me ha funcionado, para qué cambiar".
Afortunadamente cada vez son más los docentes que apuestan por el cambio, por enseñar de otra manera, por darle una vuelta a la clase y donde el alumnado sea el protagonista del proceso de enseñanza aprendizaje, donde le profesorado juegue un papel de acompañante, de guía en todo el proceso y donde sea el alumnado el que investigue, trabaje de manera cooperativa y colaborativa y donde el examen no sea el resultado final de un trimestre escolar. También hay que puntualizar que está el otro lado de la moneda, las facilidades de formación o reciclaje del profesorado son bien escasas y en multitud de ocasiones se limitan a acciones puntuales que no tienen un seguimiento por parte de los formadores. Señalar así mismo que en cuanto al número  de profesores, la administración siempre la ajusta al milímetro, debiendo ser ésta lo suficientemente amplia para trabajar en docencia compartida o no tener que hacer grupos mezclas. 
El segundo impedimento que nos encontramos es a nivel de infraestructuras. Tenemos centros educativos muy antiguos, con muchas deficiencias, sin espacios que inviten al trabajo por proyectos, sin laboratorios, con mobiliario "verde ministerio" que en muchas ocasiones genera que el alumnado esté muy incómodo y con una conectividad que deja mucho que desear. El ambiente de aprendizaje es muy importante para llevar a cabo un proyecto educativo innovador y sin espacios acordes a lo que se pretende desarrollar, la dificultad es mayúscula. Hay que recordar que uno de los objetivos de la Consejería de Educación es  potenciar el uso de las tecnologías de la información y la comunicación  y de los espacios virtuales de aprendizaje, desde un enfoque integrador de estas herramientas, metodologías, recursos y contenidos educativos, cuyo objetivo debe ser la plena inserción del alumnado en la sociedad digital y el aprendizaje de un uso de los medios digitales que sea seguro y respetuoso con la dignidad humana, los valores constitucionales, los derechos fundamentales y, particularmente con el respeto y la garantía de la intimidad personal y familiar y la protección de datos personales. 
Otro de los objetivos que tiene la Consejería de Educación es tratar de fomentar la participación de las familias y alumnado en la organización, planificación y gestión de la vida escolar. ¿Cuántos centros educativos tienen en cuenta la opinión de las familias para diseñar su proyecto educativo? En muchas ocasiones la información se limita al mensaje por circular o de texto al móvil-"SMS", que encima los centros tienen asignada una "cuota" de mensajes que viene limitada por la Dirección General de Telecomunicaciones y Nuevas Tecnologías, por lo que los centros se tienen que buscar plataformas privadas para mantenerse conectados con los padres de manera inmediata. 
La Resolución de 28 de junio de 2019, por la que se dictan instrucciones de organización y funcionamiento dirigidas a los centros docentes públicos no universitarios de la Comunidad Autónoma de Canarias para el curso 2019/2020, trae algunas novedades con respecto a años anteriores. La más conocida es la reducción horaria de docencia directa del profesorado de secundaria. Un logro que se vuelve a recuperar y del que me alegro enormemente. Pero ¿qué pasa con el profesorado de Infantil y Primaria? ¿Cuándo se va a disminuir las ratios, o el horario, o a contemplar horas lectivas para desarrollar proyectos que en muchas ocasiones se tienen que programar y coordinar en el recreo o por los pasillos? Nos olvidamos que debemos respetar, valorar, apreciar más si cabe al profesorado de estas etapas, porque están asentando las bases de los conocimientos futuros del alumnado y las condiciones de trabajo deben ser las más óptimas posibles. 
Esperemos que este cambio de legislatura nos traiga nuevos logros para los docentes y para la Educación en sí, porque invertir en Educación es invertir en el futuro de nuestra sociedad dándole el valor que verdaderamente tenía la formación para los griegos y romanos donde la Paideia ponía los pilares de una generación de niños y niñas con formación integral en valores y competencias inherentes a la sociedad.

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