sábado, 2 de enero de 2021

La carta como recurso educativo


La competencia en comunicación lingüística, según la define la Ley de Educación, es el resultado de la acción comunicativa dentro de prácticas sociales determinadas, en las cuales el individuo actúa con otros interlocutores y a través de textos en múltiples modalidades, formatos y soportes. La última semana del trimestre, en mi tutoría, trabajamos la carta para mejorar el proceso de escritura, la caligrafía y la presentación, además de tratar de provocar el intercambio comunicativo, introduciendo otras herramientas  que habitualmente no se utilizan como es la carta. Además, pensamos previamente que la carta podía ser un recurso con muchas posibilidades comunicativas gracias a las cuales no solo contribuye a la mejora de su competencia y su capacidad de interacción con otros individuos por medio de la escritura, sino, sobre todo, le permite relacionarse con los otros.

Partimos del Criterio 4 de Lengua "Producir textos escritos propios del ámbito personal, escolar o social con diferentes intenciones comunicativas, coherencia y corrección, haciendo uso del diccionario y utilizando un vocabulario acorde a su edad, respetando su estructura y aplicando las reglas ortográficas y gramaticales, cuidando la caligrafía y la presentación, de manera que se apliquen todas las fases del proceso de escritura, para favorecer la formación, a través del lenguaje, de un pensamiento crítico, mejorar la eficacia escritora y fomentar la creatividad, valorando la importancia de la escritura como fuente de adquisición de aprendizajes y como vehículo para la expresión de sentimientos, experiencias, conocimientos y emociones". 

Escogimos la carta porque puede ser uno de esos soportes, una herramienta didáctica muy interesante ya que en ella  no sólo hay palabras, también hay muchas emociones expresadas a través de imágenes, dibujos, colores, .... Y bien que lo fue en clase ya que a muchos de mis alumnos, tras recibir su carta los ojos le brillaban por leer las cosas bonitas que les escribían sus compañeros, aunque algunos vinieran con faltas de ortografía y se daban cuenta. La dinámica fue realizada siguiendo todas las fases del proceso de escritura (planificación, textualización, revisión, reescritura), teniendo en cuenta la caligrafía y la presentación, con la finalidad de mejorar en el uso de la lengua y buscar cauces que desarrollarann la propia creatividad. Asimismo, se ha pretendido  que el alumnado  valore la escritura como herramienta con la que construir su propio aprendizaje y como medio para la expresión de sentimientos, experiencias, conocimientos y emociones, evaluando con sentido crítico sus propias producciones y las ajenas, y evitando prejuicios y discriminaciones. 

En el artículo "Las cartas como material didáctico en ELE. Algunas propuestas" de los autores  Belén García Llamas,  Rosa María Sánchez-Cascado Nogales y Miren Josune Marco Oqueranza del Instituto Cervantes de Río de Janeiro, nos hablan de que "La carta es un género motivador, por su proximidad y porque no es un género sacralizado como el de la literatura; de ahí que resulte más fácilmente aceptado por el alumnado".

 Aunque haya caido en desuso continúa teniendo esa magia de antaño y fomenta que el alumnado sea capaz de escribir con un objetivo, comunicarse con el otro. 

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