martes, 18 de junio de 2024

El buen docente no lo hace un examen

 

Por Esteban Gabriel Santana Cabrera 

"El buen maestro hace que el mal estudiante se convierta en bueno y el buen estudiante en mejor." Esta frase de Maruja Torres nos viene al pelo sobre el procedimiento selectivo extraordinario de estabilización por el que tienen que pasar miles de docentes en Canarias, con motivo del concurso oposición para el ingreso en el Cuerpo de docentes de la Oferta de Empleo Público.

Muchos docentes de Canarias están con el alma en vilo porque ven que sus puestos de trabajo pueden peligrar. Primero por el “plan de estabilización” que va a traer a Canarias más del 53% del profesorado de fuera, que no trabaja en esta comunidad actualmente, y segundo porque las oposiciones no ofertan más que una o dos plazas por tribunal, sobre todo en el cuerpo de maestros.

Tanto sindicatos, administración como los propios docentes, sabemos que un buen maestro no lo hace el pasar por una oposición. El ser del docente va más allá aunque hasta ahora nadie haya querido verlo así.

El acceso a los cuerpos docentes en España, y en Canarias en particular, se caracterizan por un sistema competitivo y regulado. Los aspirantes a profesores deben superar una serie de pruebas que incluyen pruebas teóricas, prácticas y la defensa de una unidad didáctica o situación de aprendizaje. Este proceso de acceso, que a muchos docentes les cuesta varios años, busca “garantizar “que los docentes posean un alto nivel de conocimiento y competencias pedagógicas.

Pero ¿esto realmente es así? ¿Son los mejores los que acceden a los distintos cuerpos o son los mejores opositores? Porque una cosa no es la misma que la otra. Y lo estamos viviendo en los centros educativos, donde hay “funcionarios” sin vocación alguna que no se han planteado seriamente lo que es “enseñar”.

Una exalumna mía me regaló una frase que llevo marcada a fuego “enseñar es llegar al corazón de cada alumno y sacar lo mejor de él”. Y en muchas ocasiones, estos docentes sin vocación, que no aman esta linda profesión, se convierten en “antipedagogos”, replicando la educación que ellos tuvieron, sin actualizarse, sin formarse y sobre todo sin implicarse con todo lo que esta palabra conlleva.

El sistema de acceso español en comparación con otros países de Europa muestra variaciones significativas. En Finlandia, por ejemplo, el acceso a la profesión docente es altamente selectivo desde el inicio. Solo los estudiantes con los mejores expedientes académicos pueden ingresar en los programas de formación docente, y tras completar sus estudios, deben pasar por un periodo de prácticas supervisadas antes de obtener su licencia para enseñar. Este enfoque asegura una formación inicial sólida y una integración gradual en el entorno educativo.

En Alemania, el proceso también es riguroso, pero con un enfoque distinto. Los futuros docentes deben completar un extenso periodo de formación universitaria, seguido de un "Referendariat", una fase de práctica profesional que dura aproximadamente dos años. Durante este tiempo, los candidatos son evaluados continuamente y deben superar varios exámenes antes de ser considerados para puestos permanentes.

En el contexto canario, los retos son particulares debido a la dispersión geográfica y la diversidad cultural. A menudo, los docentes deben adaptarse a contextos muy variados y enfrentar desafíos adicionales como la insularidad y la necesidad de atender a comunidades con características específicas. Esto subraya la importancia de una formación adaptada y continua para los docentes en esta región.

En definitiva, aunque el acceso a la docencia en España y Canarias es riguroso, en línea con la tendencia europea de exigir altos estándares de formación y selección, cada región debería tener sus propios mecanismos para asegurar la calidad educativa y la estabilidad del profesorado canario. Estos sistemas reflejan sus contextos históricos, sociales y culturales, aunque no todos comparten el objetivo de formar docentes competentes y comprometidos con la educación.

Porque "Un buen maestro puede crear esperanza, encender la imaginación e inspirar amor por el aprendizaje." y no lo digo yo sino Brad Henry.

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