jueves, 9 de enero de 2025

Cambios y desafíos educativos tras la Navidad

Por Esteban G. Santana Cabrera 

La vuelta a clase tras las vacaciones navideñas siempre trae consigo una mezcla de emociones encontradas. Por un lado, dejamos atrás un periodo de descanso, reencuentros familiares y celebraciones. Por otro, retomamos la rutina escolar con nuevos retos y metas por delante. Este regreso supone, tanto para los docentes como para el alumnado, un reinicio en el que es necesario equilibrar el descanso vivido con la realidad de un nuevo trimestre lleno de oportunidades y exigencias.

Para nosotros, el profesorado, esta vuelta a las aulas en Canarias está marcada por la incertidumbre que acompaña al Plan de Estabilización. Este programa, aunque necesario para regularizar la situación laboral de muchos docentes interinos, ha generado un cierto malestar en el profesorado canario. Cientos de profesores serán reubicados, lo que crea un efecto dominó en el que docentes canarios con experiencia podrían verse desplazados o, en algunos casos, incluso fuera del sistema educativo. Esto supondrá un shock en lo profesional para quienes ya están insertos en el sistema educativo canario y sus distintos proyectos, pero también en lo familiar porque pasarán a un estado de incertidumbre y de derechos perdidos.

Es preocupante que muchos docentes, que en su momento renunciaron a empleos seguros para entrar en las listas educativas, ahora se enfrenten a la posibilidad de no ser nombrados. La ausencia de plazas suficientes pone en jaque la estabilidad laboral de estos profesionales y, por ende, la continuidad en la educación que reciben los alumnos. Cambios en el personal docente que van a afectar a la dinámica del aula, dificultará la planificación a largo plazo y romperán la estabilidad de muchos centros educativos. Ésta es una situación que exige reflexión y soluciones desde una perspectiva que priorice el bienestar de toda la comunidad educativa.

Desde el lado del alumnado, el segundo trimestre se presenta como una etapa fundamental. Tras el paréntesis navideño, es momento de reforzar aprendizajes y centrar los esfuerzos en objetivos claros. En Canarias, dos de las prioridades destacadas son la mejora de la competencia lectora y la competencia matemática. Ambos aspectos son pilares fundamentales en la formación del estudiantado canario, no solo porque contribuyen al rendimiento académico, sino porque son herramientas esenciales para desenvolverse en la vida diaria.

No obstante, estos retos no son solo tarea de inspección educativa, de los docentes y los alumnos. Desde casa, es posible apoyar estas metas fomentando la lectura diaria y demostrando una actitud positiva hacia el aprendizaje. Y la administración debe respaldar la labor educativa con políticas públicas coherentes, inversiones adecuadas y un reconocimiento del valor de la educación como motor de progreso.

El regreso a las aulas tras las vacaciones de Navidad es una oportunidad para reflexionar sobre cómo afrontar el nuevo curso. Tanto los docentes como el alumnado podemos encontrar en esta etapa una ocasión para innovar y crecer, para cambiar y ajustar.

En definitiva, la vuelta a clase no es sólo un retorno a la rutina, sino el inicio de un nuevo capítulo en la vida escolar de nuestro alumnado. Con sus retos y complejidades, tenemos delante la posibilidad de construir experiencias significativas para nuestro alumnado. Para ello, es imprescindible un compromiso conjunto: desde la administración educativa, que debe garantizar estabilidad y recursos; desde el profesorado, que con creatividad y dedicación guía el aprendizaje; y desde el alumnado, que con esfuerzo y motivación se está haciendo camino hacia el futuro. Que este segundo trimestre sea una oportunidad para alcanzar nuevas metas, pero con la vista siempre puesta en el desarrollo integral de nuestro alumnado.

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