viernes, 30 de enero de 2015

"Difícilmente motivaremos a nuestros alumnos a través de las lecturas 'obligatorias' "



 Hablamos con Laura Borràs, profesora de Literatura de la Universitat de Barcelona (UB) y protagonista de la serie de videos "Bits de Literatura" de eduCaixa, donde explica a los alumnos la importancia de leer los clásicos. ¿Por qué hay que leer los clásicos de la literatura? Para mí es importante por muchas razones, pero básicamente porque leerlos me proporciona un gran placer. Es decir, que lo paso muy bien por muchos motivos: porque aprendo, porque me emocionan, porque me permiten hacer reflexiones inéditas, porque me abstraen del mundo y hacen que pierda la noción del tiempo... Pero por encima de todo, reivindico siempre la dimensión de placer, de disfrute, que debe haber en el acto de lectura para que haya reincidencia. ¿Qué entendemos por un clásico? ¿Quién le otorga esta distinción? Un clásico es, etimológicamente hablando, un texto de "primera clase", esto es, de gran calidad. Ahora bien, ya se sabe que las palabras terminan adoptando varios significados y, a menudo, cuando se habla de "clásicos" se hace referencia a la condición antigua y venerable de un texto. Una obra, preferiblemente del pasado, y de referencia. ¿Qué aporta al alumno la lectura de los clásicos? Desde mi punto de vista les debería aportar la fascinación de un descubrimiento. Recuerdo perfectamente la sensación de adentrarme en algunos de los clásicos y, con el tiempo, ir volviendo a ellos. Leerlos debería ser siempre una oportunidad, pero me temo que sólo lo perciben como una obligación... ¿Crees que está bien planteada la enseñanza de la literatura en las escuelas e institutos? ¿Qué debería mejorar? Vaya por delante en esta respuesta mi más absoluta admiración por los buenos maestros, que cada vez hacen su trabajo en unas circunstancias más precarias y difíciles que lo condicionan todo. Pero verdaderamente pienso que no estamos haciendo bien las cosas en este terreno. Creo que nos equivocamos cuando forzamos a leer una determinada obra a una determinada edad sabiendo que ni los estudiantes la leerán ni nosotros les daremos la oportunidad de hacerlo como se debería. Si enseñamos para exigirles lo que les exigimos en los exámenes de lectura desde hace 30 años, difícilmente conseguiremos motivarlos. Todos hemos superado exámenes sobre libros sin leerlos. Yo reivindico el hecho de que existan lecturas que hay que hacer, sin que comparta en absoluto la denominación de "lecturas obligatorias", que considero muy desafortunada. Ninguna cultura europea ha renunciado a la enseñanza de sus clásicos, pero no lo han planteado de la misma manera. Si los estudiantes no leerán todo el "Tirant" o todo el "Quijote", por ejemplo, ¡hagamos una visita guiada que les sirva de verdad y los deje con ganas de volver! Si no lo conseguimos, no sólo los tendremos alejados de estas obras, que ya sería bastante trágico, sino que –además-, los habremos vacunado contra la lectura. ¿Nuestros jóvenes leen lo suficiente? ¿Cómo podemos fomentar la lectura en el contexto actual dominado por la tecnología? No, desgraciadamente nuestros jóvenes no leen lo suficiente. Pero hay muchas maneras de fomentar la lectura que, de hecho, utilizan los jóvenes que sí leen. Por ejemplo, algunas formas de lectura social como la que practican los "booktubers", usuarios de Youtube que cuelgan sus vídeos compartiendo opiniones sobre libros, o bien otras maneras de hacerles leer y pensar sobre lo que han leído como  los "videolits" o "booktrailers", por sólo mencionar algunos. ¡Si la tecnología es lo que les atrae, utilicémosla para acercarlos a la lectura! ¿Qué papel juegan las TIC en la divulgación de la literatura? ¿Crees que se aprovechan bien las potencialidades que ofrecen? Desde mi punto de vista y a partir de mi experiencia desde que el curso 1995/1996 tuve mi primera experiencia didáctica con el uso de las TIC, éstas pueden jugar un papel muy importante. Sin embargo, aún no se aprovechan bien todas las potencialidades porque la mayoría de los maestros siguen mostrando rechazo. En cierto modo es normal, ya que no se puede usar didácticamente lo que no se domina. Hace falta todavía mucha formación. Siempre has reivindicado la importancia de una formación humanística. ¿Por qué? Sí, para mí es fundamental. He disfrutado de una formación humanística que comenzaron ya mis padres fomentando la lectura desde casa y haciéndome cursar estudios musicales y artísticos. El fomento de la curiosidad intelectual me parece fundamental y la irradiación de esta curiosidad en disciplinas como el arte, la literatura, la historia, la música, etc. ayuda a despertar valores, a tener en cuenta la perspectiva, a fomentar la empatía, a pensar críticamente... Todo esto me parece imprescindible y, en la vida contemporánea, aún más. A más avalancha informativa, más necesidad de criterio. Y, sí, nos estamos alejando cuando vamos desterrando estas disciplinas de la formación ordinaria reglada, cuando subsumimos la literatura dentro de la lengua, cuando no prestamos atención a la filosofía... Para mí es un error muy grave y debemos estar a tiempo de corregirlo. Recomienda un clásico a un alumno de ESO y a otro a uno de Bachillerato: Las recomendaciones -para ser verdaderamente efectivas- deberían tener en cuenta el destinatario. Ahora bien, en genérico, recuerdo que fui muy feliz con Stevenson, por ejemplo, cuando cursaba 6º de EGB y sufrí una neumonía que me tuvo más de 3 meses en la cama. ¡Tuve suerte de los libros entonces! Guardo un recuerdo magnífico de "La isla del tesoro", por ejemplo, pero también de Verne y el mundo que me permitió recorrer sin moverme de mi cama. Y a un alumno de Bachillerato le recomendaría... la Odisea. También tengo muy presente la sensación casi física de respeto y emoción mientras me adentraba en las páginas de la traducción de Carles Riba, con el diccionario de mitología de Pierre Grimmal. Y luego he vuelto mil veces, por cosas diferentes, siempre con la conciencia de estar tocando algo casi sagrado. Fuente: http://blog.educaixa.com/

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