lunes, 11 de febrero de 2019

¡Siempre quedarán tus palabras!


“Y porque no quería dejarme abatir, sino seguir luchando, y volver a nacer con optimismo, si tenía que reconocer ante los  viejos bajo el baobab que me había equivocado lo haría;  ellos son sabios y sabían que la humildad gana  a la soberbia, que el hombre que reconoce sus errores merece seguir siendo respetado. Trabajaré duro para que la tierra nos dé lo que nos debe y los pasos que di equivocadamente servirán para que mis hermanos no sigan mi camino"

Fragmento del libro titulado Me llamo Suleimán, del tristemente fallecido Antonio Lozano y que describe al milímetro la personalidad de este autor que ha puesto de luto a la sociedad canaria. Antonio Lozano González, uno de los referentes literarios de la isla de Gran Canaria  nacido en Tánger pero  vecino de Agüimes, llevó grabado a fuego su África natal. Fue director del Festival del Sur-Encuentro Teatral Tres Continentes y del Festival Internacional de Narración Oral «Cuenta con Agüimes». Por esta labor recibió el Premio Max Iberoamericano en el año 2011. Recibió diferentes premios por sus obras: Harraga (Zoela, 2002) fue ganadora del I Premio Novelpol a la mejor novela negra publicada en España. Las cenizas de Bagdag obtuvo en 2002 el premio Benito Pérez Armas.  El caso Sankara (Almuzara, 2006), fue ganadora del I Premio Internacional de Novela Negra Ciudad de Carmona. Donde mueren los ríos, fue finalista del I Premio Brigada 21. También publicó Preludio para una muerte (Ediciones B, 2006).  El crimen de la perra Chona, escrita a cuatro manos con Alexis Ravelo, la adaptación teatral de su novela Me llamo Suleimán y Los malditos, fueron algunos de sus proyectos teatralizados bajo la batuta de Mario Vega.

Antonio Lozano fue una persona comprometida con la sociedad, hasta el punto de implicarse políticamente en su  municipio, del que fue concejal de Cultura entre 1987 y 2003, cuando abandona su cargo político para incorporarse a su puesto como profesor de Francés en el Instituto Joaquín Artiles de Agüimes, una comunidad educativa que hoy llora su pérdida.

Su amor por África lo llevó dentro durante toda su vida, no solo en sus obras sino a nivel social, participando en diversos proyectos de solidaridad con el pueblo africano. Hoy Canarias llora su muerte, hoy un trozo de nuestro patrimonio más querido se ha ido, pero siempre quedarán sus palabras y sus hechos. Descansa en Paz Antonio.

Por Esteban G. Santana Cabrera

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