Por Esteban G. Santana Cabrera |
La Provincia: Un día como el de hoy
podemos escuchar en la calle expresiones del tipo: “Viven mejor que los
maestros”, “tienen más vacaciones que un maestro”, “y encima hasta día del
docente”. Y es verdad que la profesión docente está mal vista por una buena
parte de la sociedad porque solo ven los días de vacaciones y el sueldo. Yo como docente les diría a esos que piensan
así que muchos de los que están en esta
profesión por las vacaciones y por el dinero están gastándoselo en terapias y
medicamentos, porque ser docente es algo más que eso.
Una vez escuché a una
madre decirle a una maestra algo que me dejó los pelos de punta “dejo en tus
manos lo más preciado de mi vida”. Imagínense cómo lo vivió esa persona. Pero
no dejaba de tener razón esta madre porque, en verdad, dejamos en manos de los
maestros y maestras, en el profesorado de cualquier nivel, a las personas que
más queremos, a nuestros hijos. Porque el poder de influencia que tiene el
profesorado en nuestros hijos es indudable, para lo bueno y para lo malo.
El Día del Docente lo
celebra la UNESCO el día 5 de octubre. En Canarias lo celebramos este año el 9 de diciembre. El día es lo de menos, lo
cierto sí es que según apunta la UNESCO, los docentes constituyen una inversión
en el futuro de los países. Es imposible prever lo que los niños de
hoy tendrán que afrontar durante su vida adulta, de modo que los docentes de
ahora y de mañana necesitan las competencias, los conocimientos y el apoyo que
les permitan satisfacer las distintas necesidades de aprendizaje de cada niña y
niño de hoy.
En el día del docente
se conmemora la aprobación, en 1966, de
la Recomendación conjunta de la OIT y la UNESCO relativa a la situación del
personal docente. Esta recomendación es moralmente vinculante para todos los
países. Según esta institución internacional los factores esenciales para
reforzar la eficacia de la tarea docente son: condiciones de empleo favorables,
lo que incluye contratos y salarios adecuados, y perspectivas de carrera y
promoción profesional; buenas condiciones laborales, basadas en la creación de
un contexto escolar propicio a la enseñanza; capacitación previa y durante el
ejercicio del magisterio, basada en el respeto de los derechos humanos y los
principios de la educación integradora; gestión eficaz, que abarque la contratación
y asignación geográfica del personal docente.
Estamos viviendo una
época de cambios importantes e interesantes en lo que se refiere a la práctica
docente. Me vienen a la mente los docentes que cada día tratan de ser mejores
profesores, mejores guías, mejores acompañantes de un alumnado que pide que el
profesorado esté cada vez más actualizado y que le ofrezca un entorno de
aprendizaje más real y acorde a sus vivencias. Porque el maestro de tiza,
pizarra y libro quedó hace rato atrás.
Muchas veces los docentes tienen que desempeñar su labor
sin los recursos necesarios ni la capacitación adecuada. Por ello la
propia UNESCO afirma que trabajar en estas dos vías es un desafío de gran
importancia, porque actualmente nos enfrentamos a una crisis mundial en materia
de aprendizaje ya que hay cerca de 250
millones de niños que no logran adquirir las competencias básicas de lectura y
escritura. Por esto y por mucho más es importante hacer una pausa y celebrar el "Día del docente". Un gran reto tenemos
por delante.
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