domingo, 5 de diciembre de 2021

A vueltas con la Inclusión

 

Por Esteban G. Santana Cabrera  

El TEA o trastorno del espectro autista, es un trastorno de origen neurobiológico que afecta al sistema nervioso y al funcionamiento cerebral y que desencadena dificultades en la comunicación e interacción social y la flexibilidad del pensamiento y de la conducta. Este pasado fin de semana tuve la oportunidad de conocer a uno de ellos, Felipe Álamo, alumno del CEO Bethencourt y Molina de Santa Cruz de Tenerife, que asistió al XV ENCUENTRO Y MUESTRA INTERNACIONAL DE EXPERIENCIAS DIDÁCTICAS

que se celebró durante los días 25, 26 y 27 de noviembre de 2021 en el Convento de Santo Domingo (San Cristóbal de La Laguna) para presentar un libro "Alas para volar. El arte como salvoconducto" del que es coautor, editado para dar visibilidad a la discapacidad. Es un proyecto del CEO Bethencourt y Molina junto a Coordicanarias, un trabajo enfocado para alcanzar una sociedad igualitaria e inclusiva a través del arte.

Felipe, que aparte de artista con la pintura es un artista de la palabra y de la comunicación, nos deleitó con su alocución bien hilada sobre la importancia de darle alas al alumnado con discapacidad, para que pueda “volar” y sentirse uno más dentro de la escuela y de la sociedad, sin diferencias. Mis alumnos, los reporteros de Aruquito Radio pudieron entrevistarlo y les garantizo que no podrán dejar de emocionarse, por lo que no deberían perderse dicha entrevista que tenemos colgada en el blog de mi cole, el CEIP en Arucas.

Hablando de tú a tú con los niños entrevistadores y reivindicando un mundo más igualitario e inclusivo. Fue crítico cuando tuvo que serlo, incluso reivindicó espacios más accesibles para su propio centro, pero lo hizo con una exquisitez propia de una estrella del periodismo.

Sabemos que no hay dos personas con TEA iguales y que depende de su desarrollo personal, educativo y familiar. Allí estaba su madre orgullosa, a la que Felipe no olvidó en su disertación y tuvo unas lindas palabras de agradecimiento para ella que nos hizo soltar alguna lágrima. Un gran pilar la familia para los niños con TEA. Felipe además es un ejemplo para muchas personas y a mi alumnado y a mí nos ha dado una lección de humildad, de trabajo, de esfuerzo, constancia y de saber estar. Sin complejos por ser diferente y sin ocultar su discapacidad, hablando con naturalidad de ella para que se conozca y se respete.

Me viene a la mente una frase que me marcó y que dijo el actor Jesús Vidal en la entrega de los Goya por su participación en la película Campeones: «Señoras y señores de la Academia, ustedes han distinguido como mejor actor revelación a un actor con discapacidad. No saben lo que han hecho. Me vienen a la cabeza tres palabras: inclusión, diversidad, visibilidad. ¡Qué emoción! ¡Muchísimas gracias!»

Y está claro que esta sociedad tiene mucho que cambiar con respecto a la inclusión ya que cada chico o chica con discapacidad tiene características, intereses, capacidades y necesidades de aprendizaje diferentes y deben ser los sistemas educativos los que estén diseñados para ello, que se integren en los programas educativos adecuados, teniendo en cuenta la amplia diversidad de dichas características y necesidades.

El Objetivo de Desarrollo Sostenible 4 de la Agenda 2030 habla del gran objetivo de la Educación: “garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover las oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos” de aquí a 2030. El 2030 está a la vuelta de la esquina y después de escuchar a Felipe más convencido estoy de que esto no se conseguirá.

Y no es porque no haya una hoja de ruta para conseguir el objetivo relativo a la educación, y que fue adoptada en noviembre de 2015, que trata de proporcionar a los gobiernos y asociados las orientaciones para transformar los compromisos en actos (Marco de Acción de Educación 2030).

Muchos medios nos faltan en la educación pública para que haya una educación inclusiva con todas las de la Ley. Bien clarito lo dice la UNESCO, que cada objetivo de la Agenda 2030 necesita de la educación para dotar a todas las personas de los conocimientos, las competencias y los valores necesarios que le permitirán vivir con dignidad, construir sus propias vidas y contribuir a las sociedades en que viven. Pero también necesita de nuestro compromiso como ciudadanos y como profesionales, pero sobre todo como seres humanos, porque de nosotros depende de que haya inclusión, diversidad y todo esto se pueda visibilizar para concienciar a la sociedad. Y si no que le pregunten a Felipe. 

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