domingo, 15 de septiembre de 2024

El futuro de la educación infantil de 0-3 años

Por Esteban G. Santana Cabrera 

La Consejería de Educación del Gobierno de Canarias viene apostando por la apertura de nuevas aulas de 0-3 años para compensar las carencias en algunos barrios de guarderías o escuelas infantiles.  Y esto no es un capricho ya que la Ley Canaria de Educación, en su artículo 29, insta a las administraciones públicas a promover un incremento progresivo de la oferta de plazas públicas en el primer ciclo de educación infantil. 

Sin embargo, y desgraciadamente, el estado actual  de los centros educativos en Canarias es lamentable, en su mayoría de más de cuarenta años de antigüedad, con infraestructuras obsoletas y problemas de accesibilidad. En esta etapa crucial del desarrollo infantil, lo ideal es que los niños y niñas pasen la mayor parte del tiempo jugando y, si es posible, cerca de zonas libres y en espacios abiertos, sin cemento y alejados de ruidos. No pueden estar “Internados” en cuatro paredes, casi sin ventilación y con luz artificial.

La educación infantil no debe verse únicamente como un proceso de escolarización. En lugar de soluciones rápidas para integrar a los niños de 0 a 3 años en un sistema escolar tradicional, deberíamos centrarnos en crear espacios donde puedan vivir experiencias enriquecedoras, desarrollar su personalidad y sentar las bases para su vida futura. Un enfoque que combine la flexibilidad laboral con modelos educativos más humanos y cercanos.

La Ley Canaria de Educación ya menciona la necesidad de coordinar políticas entre ayuntamientos y otras entidades para aumentar la oferta educativa. Sin embargo, antes de apresurarnos a crear nuevas infraestructuras, podríamos aprovechar esta oportunidad para desarrollar proyectos piloto que se ajusten a las necesidades reales de los barrios, de las familias y de los propios niños.

Por tanto, propongo que el primer paso sea mejorar lo que ya tenemos. Esto implica mejorar las infraestructuras actuales, desarrollar proyectos educativos innovadores y trabajar en estrecha colaboración con ayuntamientos y entidades privadas. Al mismo tiempo, debemos impulsar políticas de conciliación que permitan a los padres pasar más tiempo con sus hijos en los primeros años de vida, tal como se hace en Dinamarca o en otros países del norte de Europa.

A nivel mundial, varios países han desarrollado enfoques innovadores para la escolarización y el cuidado de niños de 0 a 3 años, cada uno adaptado a sus necesidades socioeconómicas. 

Uno de ellos, y desde hace muchos años, es Italia que se distingue por su enfoque en la educación infantil a través de programas como el modelo de Reggio Emilia  que se basa en la creencia de que los niños y niñas tienen capacidades y potencialidades y que construyen su propio conocimiento en
relación con su entorno.

La UNESCO subraya la importancia de la educación en estas primeras etapas, resaltando que la inversión en ella es una de las medidas más efectivas para mejorar la equidad educativa y por ello ha promovido políticas que integran el cuidado infantil con la educación, abogando por la universalización de la educación temprana. La UNESCO reconoce que la educación infantil temprana es crucial para el desarrollo integral de los niños y abogan por sistemas que combinen el juego, la socialización y el aprendizaje en entornos seguros y estimulantes.

Es necesario un replanteamiento integral del enfoque que damos a la educación infantil en Canarias, y aprender de los modelos más avanzados de otros países. La clave está en crear un marco donde los más pequeños no solo estén "escolarizados", sino donde realmente puedan desarrollarse en un entorno seguro, estimulante y adaptado a sus necesidades. Esto no solo incluye mejorar las infraestructuras y los recursos educativos, sino también asegurar que los padres dispongan de tiempo y flexibilidad para estar con sus hijos en estos años tan importantes. Las experiencias en países como Dinamarca, Suecia y otros proyectos piloto en España son una fuente de inspiración que deberíamos considerar seriamente para lograr un cambio real y positivo en la educación de 0 a 3 años en Canarias.

En LA PROVINCIA


viernes, 13 de septiembre de 2024

Aula del Futuro un Viaje de transformación en el CEIP Los Giles


Nuestro centro está en un proceso de cambio metodológico y por ende de transformación de los espacios de aprendizaje. Ha sido un trabajo bonito que se ha visto reflejado en este artículo de INTEF del Ministerio de Educación donde se hace eco de nuestro proyecto de #AulaDelFuturo El trabajo de un año que ha tenido un premio gratificante, nos ha servido para obtener el Sello de Aula del Futuro. Comparto con ustedes el artículo: https://auladelfuturo.intef.es/experiencias/aula-del-futuro-un-viaje-de-transformacion-en-el-ceip-los-giles/


miércoles, 11 de septiembre de 2024

Mi reflexión de esta semana en Canarias Radio

 


Mi reflexión de esta semana en RadioTelevisión Canaria - RTVC.es sobre la llegada del alumnado a clase. El comienzo del curso no solo significa retomar las actividades educativas, sino que también es un momento para renovar energías y encarar el año con una actitud positiva. Lo comparto con ustedes:

martes, 10 de septiembre de 2024

Empezamos un nuevo curso... de cine


 Hoy llegaron los peques al cole con mucha ilusión y entraron , como lo que son, verdaderas estrellas. ¡Buen comienzo de curso a todos! Muchas cámaras estuvieron allí en directo para no perderse el momento

🎤🎬📽️📸📽️Pasen y vean https://www3.gobiernodecanarias.org/medusa/edublog/ceiplosgiles/2024/09/10/un-ano-de-cine/

domingo, 8 de septiembre de 2024

"Pilas cargadas y corazones abiertos al comienzo de curso en Canarias"

 

Por Esteban G. Santana Cabrera  
"La enseñanza que deja huella no es la que se hace de cabeza a cabeza, sino de corazón a corazón." Este pensamiento de Howard G. Hendricks refleja como, a mi modo de ver, la única vía del éxito académico, la llave, estáen llegar al corazón de nuestro alumnado. El inicio del curso escolar en Canarias es un momento crucial para la comunidad educativa, especialmente para el profesorado, que juega un papel fundamental en la formación y bienestar del alumnado. A medida que nos preparamos para este nuevo ciclo, es vital reflexionar sobre varios aspectos que no solo afectan el rendimiento académico, sino también el desarrollo integral de nuestro alumnado.

El comienzo del curso no solo significa retomar las actividades educativas, sino que también es un momento para renovar energías y encarar el año con una actitud positiva. Los docentes, como pilares del proceso educativo, debemos comenzar el curso con las "pilas cargadas", conscientes de la importancia de nuestro bienestar emocional. Una buena salud mental en el profesorado no solo es esencial para nuestro propio rendimiento, sino que también tiene un impacto directo en la manera en que nos relacionamos con el alumnado. El síndrome de burnout es cada vez más habitual entre los docentes, sobre todo de los equipos directivos.

Cuando el profesorado está emocionalmente equilibrado, se crea un ambiente más propicio para que el alumnado sea tratado desde las emociones, favoreciendo un entorno de respeto y comprensión mutua. En este sentido, la salud mental no debe ser vista como un lujo, sino como una necesidad básica para garantizar un entorno de aprendizaje saludable y efectivo.

Otro punto crucial es la orientación del aprendizaje. A menudo, la presión por cubrir todos los saberes básicos o contenidos puede desviar la atención de lo que realmente importa: un aprendizaje que sea competencial y significativo. La escuela no debe ser vista únicamente como un lugar donde se adquieren conocimientos, sino como un espacio de preparación para la vida.

Un aprendizaje competencial permite a los estudiantes desarrollar habilidades que les serán útiles a lo largo de toda su vida, más allá de los exámenes y el aula. Esto implica fomentar el pensamiento crítico, la creatividad, la capacidad de resolver problemas y la adaptación a diferentes contextos. De esta manera, lo que realmente se busca es que el aprendizaje sea duradero y relevante, y no simplemente una acumulación de información que se olvida al poco tiempo.

A mis manos llegó este estudio de Durlak, J. A., Weissberg, R. P., Dymnicki, A. B., Taylor, R. D., & Schellinger, K. B. (2011). The impact of enhancing students’ social and emotional learning: A meta-analysis of school-based universal interventions. Child Development, 82(1), 405-432., que analiza el impacto de programas de aprendizaje social y emocional en estudiantes. Los resultados muestran que los estudiantes que participan en estos programas no solo mejoran en aspectos emocionales y sociales, sino que también muestran una mejora significativa en su rendimiento académico. Esta investigación subraya cómo las emociones juegan un papel crucial en el éxito académico, respaldando la idea de que un ambiente emocionalmente saludable en las escuelas es clave para el aprendizaje efectivo.

Por último, no podemos olvidar que para que el proceso educativo sea verdaderamente efectivo, es fundamental que la administración educativa provea a los centros de las infraestructuras, materiales y personal adecuados. Sin estos recursos, por más que el profesorado esté comprometido y los estudiantes motivados, el rendimiento académico se verá comprometido.

Un entorno bien dotado no solo facilita la labor docente, sino que también contribuye a crear un ambiente en el que los estudiantes se sientan cómodos y motivados para aprender. Invertir en infraestructuras de calidad, en materiales educativos actualizados y en un equipo humano suficiente y bien preparado es invertir en el futuro de nuestros estudiantes y, por ende, en el futuro de nuestra sociedad.

El comienzo del curso en Canarias debe ser visto como una oportunidad para renovar el compromiso con una educación de calidad, donde la salud mental del profesorado, un aprendizaje significativo y las condiciones materiales adecuadas jueguen un papel crucial. Al centrarnos en estos aspectos, no solo mejoramos la experiencia educativa, sino que también sentamos las bases para un éxito académico y personal duradero para todos. La escuela, en definitiva, es un centro de preparación para la vida, y es responsabilidad de todos que cumpla con esta misión de la mejor manera posible.




martes, 3 de septiembre de 2024

3,2,1 arrancamos

 

Por Esteban G. Santana Cabrera  

Desde la Antigüedad, el papel del maestro ha sido fundamental en la transmisión de saberes y en la formación de ciudadanos. En la antigua Grecia, filósofos, como Sócrates, no solo enseñaban conocimientos, sino que estimulaban el pensamiento crítico a través del diálogo. Más tarde, en la Edad Media, los monasterios y las primeras universidades europeas vieron nacer a los primeros docentes formalmente reconocidos, quienes se encargaban de preservar y transmitir el conocimiento en tiempos de incertidumbre y cambio.

Con el paso de los siglos, la profesión de docente ha ido evolucionando y adaptándose a las necesidades de cada época. Actualmente, la educación ha dejado de ser un privilegio para unos pocos y convertirse en un derecho fundamental. Los docentes ya no somos solo transmisores de conocimientos, sino también guías, facilitadores del aprendizaje y, sobre todo, modelos a seguir.

El comienzo de un nuevo curso escolar que ahora empieza es siempre un momento cargado de emociones para los docentes. En estos primeros días de septiembre, tras la vuelta de las vacaciones, nos enfrentamos de nuevo a la realidad de una profesión que, aunque apasionante, es también desafiante. Sentimos la mezcla de ilusión y nerviosismo, la expectativa y la incertidumbre ante el grupo que nos tocará guiar este año. Nos preguntamos si estaremos a la altura, si lograremos conectar con nuestros alumnos, si podremos transmitirles no solo conocimientos, sino también valores y motivación para aprender.

En este nuevo curso, como cada año, volvemos a enfrentarnos a nuestras emociones y a la incertidumbre de lo que nos deparará el camino. Sabemos que, a pesar de las frustraciones y los desafíos, nuestra labor es crucial para el desarrollo de nuestro alumnado y, por ello, para el futuro de la sociedad.

Como docentes, debemos recordar que "educar es emocionar al alumnado". Nuestro reto no es solo llenar las cabezas de datos, sino inspirar corazones, fomentar el pensamiento crítico y ayudar a nuestros alumnos a encontrar su camino en un mundo cada vez más complejo.