Por Esteban G.Santana Cabrera |
La FP Dual ha ganado terreno en los últimos años, especialmente en países como Alemania, donde lleva décadas funcionando con éxito. En España, y particularmente en Canarias, la implantación de este modelo ha sido más compleja. Este curso la nueva FP ha comenzado con más sombras que luces, lo que ha generado un cierto malestar entre los sindicatos docentes que ven que, como siempre, se deja todo para el final, en manos de la improvisación, y dejando la responsabilidad a los docentes y a los centros, aunque esto no será óbice para que los jóvenes que hayan escogido esta modalidad puedan desarrollar sus estudios de manera plena ya que cada vez son más los que ven en la FP una puerta abierta al mundo laboral desde el primer momento.
Por otro lado, los estudios universitarios han sido habitualmente el camino elegido por aquellos que buscan una formación académica y un título que respalde su preparación. La universidad ofrece una base teórica sólida, la investigación y la capacidad de análisis, esenciales en muchas profesiones. Sin embargo, el modelo universitario no está exento de críticas a pesar de que en los últimos años le han salido competidoras privadas que se han ido implantando en nuestra tierra ofreciendo una formación de primer nivel. No obstante, a menudo en el ámbito universitario, se echa en falta una mayor conexión con el mundo laboral y una formación práctica más intensa. Muchos estudiantes se enfrentan a la paradoja de tener un título que no siempre garantiza un conocimiento práctico real de su profesión, lo que complica la transición al mercado laboral.
A esto se suma el reto del Trabajo de Fin de Grado (TFG) y, en muchos casos, la necesidad de cursar un máster para especializarse y mejorar las opciones para obtener un empleo. Este camino, aunque enriquecedor en lo académico, implica tiempo, esfuerzo y un costo económico que no todas las familias pueden asumir.
Entonces, ¿qué opción es mejor? La universidad sigue siendo un pilar fundamental para aquellas profesiones que requieren un alto grado de especialización teórica y académica. No obstante, la FP Dual se presenta como una alternativa interesante para aquellos que buscan una formación más práctica, que les permita incorporarse antes al mundo laboral.
Pero la Formación Profesional Dual no solo depende del compromiso de los centros educativos, sino también de la implicación activa de los sectores económicos. Las empresas juegan un papel fundamental en este modelo, ya que son responsables de proporcionar el entorno práctico donde los estudiantes pueden aplicar y desarrollar las habilidades adquiridas en el aula. Esta colaboración debe ir más allá de ofrecer plazas de formación; implica una verdadera inversión en el talento joven, adaptando los programas a las necesidades reales del mercado y asegurando una formación de calidad que prepare a los estudiantes para los desafíos específicos de cada sector.
Esta colaboración estrecha entre el mundo académico y el empresarial es clave para garantizar una FP Dual eficaz, que no solo prepare a los jóvenes para encontrar empleo, sino que también les ofrezca la posibilidad de crecer profesionalmente en un entorno real y competitivo.
Las autoras Ana Lara Hernández y Rosalía Cascón-Pereira, en el estudio «Un análisis comparativo de los sistemas de formación profesional en Extremo Oriente: los casos de China, Taiwán, Corea del Sur y Japón» resaltan que la integración de la FP en estos países, en el sistema educativo, está muy bien articulada, lo que permite un desarrollo educativo y profesional del estudiante hasta llegar a los niveles más avanzados, pudiendo seguirse distintos itinerarios. La orientación de los estudios de FP en estos países, aunque no de forma exclusiva, se centra en la formación competencial, donde lo importante no es solo que el estudiante adquiera conocimientos, sino también que desarrolle un perfil que lo cualifique ante las demandas del mercado laboral. Destaca el caso de Corea del Sur donde le dan un gran valor a la FP de tercer nivel, que se desarrolla en el ámbito universitario, donde se investiga y permite a los estudiantes continuar programas de FP de tercer nivel hacia grados universitario.
La clave está entendiendo que ambos modelos, la FP y los estudios universitarios no compiten entre sí, sino que se complementan y están obligadas a entenderse. Es fundamental que los jóvenes en el último curso de secundaria o bachillerato cuenten con toda la información posible para tomar la decisión que mejor se adapte a sus intereses, capacidades y expectativas. Cada camino ofrece herramientas valiosas para construir un futuro profesional, y lo más importante es elegir aquel camino que sea más acorde con nuestros intereses.
En definitiva, la formación de los jóvenes es esencial para asegurar su éxito en un mundo laboral cada vez más competitivo y en constante cambio. Ya sea a través de los estudios universitarios o la Formación Profesional Dual, lo más importante es que los jóvenes se preparen adecuadamente, desarrollen habilidades y conocimientos que les permitan adaptarse y prosperar en sus futuras carreras. No importa el camino que escojan, lo fundamental es adquirir una formación sólida y relevante que combine teoría y práctica, abriendo puertas a oportunidades laborales y personales. La clave está en elegir lo que mejor se adapta a sus intereses y aspiraciones. Feliz curso a todos.
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