lunes, 23 de enero de 2017

Comunicar es emocionar

Por Esteban G. Santana Cabrera
La Ley Canaria de Educación no Universitaria dice en su Exposición de Motivos que Canarias necesita un sistema educativo para un mundo global donde la utilización de las tecnologías de la información y la comunicación están alterando no solo la economía y la política, sino la vida cotidiana, modificando nuestras formas de conocer y de comunicarnos, nuestras formas de pensar y, sobre todo, nuestras formas de relacionarnos. Y continúa exponiendo que son alteraciones que, en muchos casos, se producen sin una comprensión adecuada, sin nuestro consentimiento, ni nuestra participación y que no parece que puedan contribuir al progreso de la humanidad porque debilitan la respuesta democrática. ¿Pero somos conscientes de la importancia de comunicar? ¿Nos damos cuenta del poder que tienen los medios de comunicación en la vida escolar? ¿Trabajamos el pensamiento crítico entre nuestro alumnado para que sea capaz de desenvolverse en una sociedad cambiante como la nuestra? El poder de la comunicación es tan grande que es el primer paso para que el sistema educativo pueda ser eficiente. Hablar, escuchar y pensar van en continua sinergia, ya que esta acción conjunta es la que va a posibilitar los efectos esperados, y que ninguno de estos elementos hubiera podido generar en caso de actuar individualmente. Comunicar va más allá. No solo implica saber hablar y transmitir nuestro mensaje, tenemos que emocionar a nuestros receptores y para ello hay que escucharles, saber qué es lo que buscan y cómo quieren verlo o escucharlo. Sólo aquello que nos emociona, no se nos olvida, permanece para siempre. ¿A que recordamos frases o palabras dichas por algunas personas, sobre todo docentes, en determinados momentos de nuestra vida que se nos quedaron marcadas a fuego? Para lo bueno y para lo malo.
Una buena comunicación tendría que ser capaz de entrar y remover la conciencia de nuestros interlocutores, esto es, llegar a las personas. Comunicamos lo que sentimos. Si no estamos convencidos de lo que hablamos poco podremos emocionar a los que nos escuchan, las podremos engañar pero no emocionar.
Ferran Ramon-Cortés en “La isla de los 5 faros”, nos aporta cinco claves para ser buenos comunicadores: tener un único gran mensaje, explicarlo de forma memorable a través de historias, con un lenguaje que conecte con la gente, teniendo en cuenta que el mensaje que vale es el que la gente capta, no el que nosotros intentamos transmitir, y estando convencidos de lo que decimos, porque sólo así se puede seducir, emocionar y convencer.
Días atrás tuvimos la oportunidad de ver en la calle de Triana de Las Palmas de GC a cientos de alumnos de Primaria y Secundaria que, diariamente hacen radio en sus centros, en el evento De palique. Alumnado que no solo aprende a hablar en el sentido amplio de la palabra, sino que aprende a escuchar y a pensar de manera crítica. Porque para llegar a un producto radiofónico final se ha tenido que investigar, seleccionar información tratarla posteriormente para luego darla a conocer. La radio escolar es una herramienta muy motivadora para el aprendizaje si hacemos un buen uso de ella.  La radio es una herramienta que puede estar en nuestras aulas de manera permanente para trabajar distintos contenidos, competencias, habilidades. Por ello, si mejoramos la comunicación, ganamos en credibilidad, tanto docentes como alumnado. Y, cuando eres más creíble, puedes obtener la confianza de quienes te escuchan, tus vecinos, tus compañeros, las familias, tus alumnos,...
El Artículo 16 de la Ley Canaria de la Educación, habla de la Cooperación con los medios de comunicación social. Escuela y medios de comunicación deben de ir de la mano, y no solo la radio, sino la prensa y la televisión. Hay experiencias muy interesantes en Canarias a este respecto que igual no se le ha dado la visibilización adecuada, y en esto entono el "mea culpa", porque lo que no se muestra, no se comparte y no se ve, por lo tanto como bien dice el profesor de la Universidad de Granada Fernando Trujillo, se convierten en "proyectos muertos". Y aquí es donde deben de entrar los medios de comunicación, sobre todo los públicos, y bien que lo dice la Ley Canaria de Eduacación que señala en este mismo Artículo 16 y en su punto 2, que los poderes públicos promoverán el desarrollo de programas o espacios de interés educativo en cualquier medio de comunicación social. ¿Se está haciendo? Igual sí pero no con la fuerza necesaria. Me vienen a la mente emisoras municipales y locales que han hecho suyo este punto como Radio ECCA, Radio Arucas, Radio Agüimes, Radio Tagoror, o la misma Radio Tamaraceite, otro medio que desde la diócesis de Canarias apuesta desde hace más de veinte años por la presencia  de los jóvenes y niños escolares en los medios de comunicación y donde con espacios como Ondas por la solidaridad desde el IES Cairasco de Figueroa de Tamaraceite, llevan muchos años dando voz  a nuestros escolares. 
Por ello sería conveniente crear lazos de coordinación entre los medios de comunicación, sobre todo públicos, y la escuela, para que estos se conviertan en herramientas para el alumnado y el profesorado y fomenten el aprendizaje informal, el que nos ofrece la vida, que es casi o más importante que el aprendizaje formal, el que se desarrolla dentro del centro educativo. Reivindicamos más presencia de la escuela en los medios de comunicación, no solo para visibilizar el aprendizaje y las buenas prácticas, sino para dar voz a nuestros pequeños y jóvenes, porque ellos son el futuro de nuestra sociedad, el futuro de Canarias.

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