Por Esteban G. Santana Cabrera |
Comienza oficialmente el curso académico escolar 2016-17 para miles de niños y profesores en España marcado por la completa implantación de los planes de estudios que introduce la controvertida y polémica Ley Orgánica 8/2013, de 9 de diciembre, para la mejora de la calidad educativa, Ley LOMCE, que deroga Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación, conocida como LOE, en las etapas educativas de Educación Secundaria Obligatoria, Bachillerato y Educación de Personas Adultas. Nuevo curso, nueva ley, aunque muchas cosas en el aire aún pendientes si se aplican o no como las reválidas. Pero a medir contaremos.
En los centros educativos el síndrome postvacacional se hace presente cada año, tanto entre el profesorado como entre el alumnado. Según la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria, afecta a los niños entre un 5 y un 8%, principalmente a los hijos de padres que también sufren los síntomas de este síndrome. Se manifiesta con tristeza, apatía, decaimiento, falta de concentración, ansiedad e irritabilidad. En algunos docentes los primeros días de septiembre puede convertirse en un problema, algunos se muestran alterados, incluso pueden llegar a enfermarse o sufrir trastornos psíquicos producidos por el estrés que les causa la vuelta a las aulas y el miedo a afrontar un nuevo curso.
Pero dejando los miedos atrás, ya que en la mayoría de docentes y alumnado lo que predomina es la ilusión y las ganas de comenzar un nuevo proyecto, este curso partiremos con alguna novedad en los centros educativos de Canarias, ya que éstos tendrán autonomía para fijar en su proyecto de gestión la duración de las distintas sesiones lectivas para cada área curricular y curso. Con carácter ordinario, la duración de las sesiones será de 45 minutos, si bien los centros, en virtud de su autonomía, podrán optar por las sesiones lectivas de 55 minutos, teniendo las áreas instrumentales de Matemáticas, Lengua Castellana y Literatura y Primera Lengua Extranjera, una especial consideración a la hora de establecer los criterios para la elaboración de los horarios. Asimismo, el horario destinado a la impartición de las distintas áreas se podrá organizar de tal manera que permita favorecer el proceso de enseñanza aprendizaje y facilite la consecución de los objetivos de la etapa y el desarrollo de las competencias por parte del alumnado, según recoge la propia resolución de comienzo de curso.
Para este curso escolar 2016-2017, la Consejería de Educación se ha planteado una serie de objetivos y los centros tendrán que proponer, partiendo de su realidad, medidas orientadas al logro de ellos en su Programación General Anual:
• Atender a la diversidad del alumnado según sus necesidades, mejorando los aprendizajes instrumentales básicos de lectura, escritura y Matemáticas, en los primeros niveles educativos, con acciones preventivas de refuerzo para alcanzar las competencias en un contexto inclusivo.
• Impulsar el dominio de las lenguas extranjeras y, particularmente, el aprendizaje de otras áreas en alguna lengua extranjera.
• Conferir a los contenidos canarios una presencia significativa en los currículos, promoviendo la utilización del patrimonio social, cultural, histórico y ambiental de Canarias como recurso didáctico.
• Potenciar el uso de las tecnologías de la información y la comunicación (en adelante TIC) y de los espacios virtuales de aprendizaje, desde un enfoque integrador de estas herramientas, metodologías, recursos y contenidos educativos.
• Mejorar los resultados del rendimiento escolar así como las tasas de idoneidad, titulación, absentismo y abandono escolar temprano.
• Favorecer un clima de convivencia positiva en los centros educativos, aceptando la diversidad como elemento enriquecedor y fuente de aprendizaje.
• Potenciar la participación de la comunidad educativa en la actividad de los centros y fomentar la presencia de los mismos en su entorno sociocultural y socioproductivo.
Si nos fijamos bien en estos objetivos propuestos por la Administración, podemos caer en la cuenta de que es un conjunto cuyos elementos están entrelazados entre sí, ya que poniendo nuestros esfuerzos en uno o dos de ellos, los demás se van a ver logrados, al menos en parte. Por ejemplo, si un centro se plantea dentro de su proyecto educativo y teniendo en cuenta sus propuestas de mejora del curso anterior, trabajar la competencia lectora de su alumnado, esto se puede lograr con contenidos canarios y autores de nuestra tierra, que nos lleven a conocer nuestro patrimonio cultural y ambiental, utilizando nuevas metodologías de trabajo, complementado todo ello con el uso de las TIC. Al final conseguiremos un alumnado más motivado, que falte menos a clase y con ello se mejorará la convivencia en el aula y en el centro, favorecerá que la familia participe más en el proceso de enseñanza aprendizaje y finalmente nos llevará al éxito escolar, que es lo que todos deseamos. O por lo menos a tratar de conseguirlo, porque no por utilizar metodologías innovadoras, nuevas tecnologías y trabajar los contenidos partiendo de la realidad canaria, va a ser sinónimo de éxito educativo. La labor del docente es sobre todo emocionar al alumnado cada día, empatizar con él y con la familia, motivarlo y sobre todo que se forme de manera integral y competencial. Muchas cosas hay que mejorar, es verdad, pero poco a poco se va respirando un cierto aroma a cambio en las aulas de los centros educativos de nuestro país y sobre todo en nuestra comunidad canaria. Pero esto es tarea de todos, no podemos dejarlo solo en manos de los políticos, ni en los de la administración, ni en la de los equipos directivos, ni en la de los docentes, ni de las familias. Porque el curso comienza para todos por igual.
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